Un imponente monumento del cementerio honra a un hombre que amenazó con exponer a los masones y pagó con su vida.
- Catagoría: Curiosidades
- Autor: ZonaJ
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En la esquina suroeste del histórico cementerio de Batavia, se levanta un monumento que se eleva sobre las tumbas cercanas en honor a un hombre que muy probablemente fue asesinado por los masones, lo que desencadenó todo un movimiento político y un llamamiento a la destrucción de todas las sociedades secretas.
En la cima de un alto pilar de granito se encuentra la efigie de piedra del Capitán William Morgan.
Nacido en Virginia en 1774, William Morgan se había mudado al norte del estado de Nueva York después de toda una vida de altibajos financieros.
Después de que un incendio incendiara la cervecería que dirigía en Canadá, dejándolo en la indigencia, Morgan y su familia se mudaron a Rochester, Nueva York, donde se unió al capítulo local de los masones.
Sin embargo, después de unos años, Morgan se trasladó a Batavia, Nueva York, donde una vez más trató de unirse a los masones locales, sin embargo esta vez se le negó la membresía.
Las razones de su negativa no se conocen, aunque ha habido rumores de que sus hábitos como bebedor y jugador lo hacían de alguna manera no apto.
Sin embargo, esto también podría haber sido propaganda póstuma de la misma gente que secuestraría y posiblemente asesinaría a Morgan.
Habiendo sido traicionado por la hermandad fraternal de la que había sido parte, Morgan amenazó con exponer los misterios del orden secreto en un libro llamado, Ilustraciones de la Masonería.
Este trabajo explicaba en detalle los ritos y rituales de los grados superiores de la masonería.
Poco después de amenazar con exponer los secretos de los masones, Morgan desapareció. Morgan fue arrestado el 11 de septiembre de 1826, supuestamente por deudas impagas, pero fue secuestrado al ser liberado.
Aunque no hay pruebas concretas del destino final de Morgan, es ampliamente aceptado que fue ahogado por miembros de la orden masónica.
Un cuerpo apareció en el lago Ontario un año después que se creía era el de Morgan, pero los restos estaban demasiado descompuestos para obtener una identificación positiva.
En los días posteriores al secuestro, comenzó un movimiento antimasónico, liderado por el jefe político de Nueva York, Thurlow Weed, quien creó un partido político antimasónico que influiría en la política hasta la Guerra Civil.
En septiembre de 1882, una multitud de más de mil personas se reunió para presenciar la dedicación del Monumento a Morgan, que fue patrocinado por la Asociación Nacional Cristiana, oponentes abiertos de todas las sociedades secretas.
El monumento todavía está en pie hoy en día, supuestamente cerca del mismo lugar donde Morgan fue secuestrado, pero como tantos otros hechos relacionados con la desaparición de Morgan, la veracidad de esto se ha visto empañada por el tiempo... o posiblemente por un encubrimiento masónico.
Por @zonajnet
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