El guerrillero evangélico

Grupos al margen de la ley buscan hoy día reclutar jóvenes en escuelas, universidades y hasta en las calles. Colombia viene pasando por un conflicto que busca levantar sus fuerzas de ataque contra la población civil, desmembrando las familias y robando la oportunidad de construir un núcleo familiar estable.

Esta es la historia de un joven que es llamado por la insurgencia nacional para combatir contra la supuesta opresión del gobierno, le contactan y le invitan a realizar ciertas investigaciones y a ofrecer información que diera con el paradero de vital importancia para el conflicto.

“Con el transcurso de los días me prueban y me ponen diferentes trabajos y entonces me invitan a ser parte de las filas que disque porque eso era lo que ellos necesitaban”, cuenta Carlos, nombre que utilizaremos por cuestiones de seguridad.

Viendo la posibilidad de un futuro diferente y de una u otra forma cambiar la historia, decide entonces aceptar la oferta. (Para quienes no conocen el conflicto armado de Colombia, se habla de tres grupos básicos: ejército, guerrillas y paramilitares. Carlos pertenecía al grupo guerrillero y cabe recordar que se odian a muerte por territorio y por cultivos).

Carlos se adentra en el mundo armado y adopta las “filosofías izquierdistas” sin contar con su realidad; empieza a adquirir rango dentro de este grupo y ya con subordinados, no cuenta con que su “verdadera identidad” sea revelada, sus muchachos se enteran que es un evangélico, un creyente como dice él, para mí, un cristiano, un hijo de Dios.

Todos se burlaban de él porque era imposible que un evangélico estuviera militando, y menos en las filas del grupo opositor, así fue como decidieron llamarle el guerrillero evangélico.

Realmente los grupos opuestos a los guerrilleros son los dos restantes, el paramilitarismo y el ejército, los cuales cargan rencillas a muerte.

Cuenta Carlos que durante mucho tiempo lideró diferentes cuestiones de vida o muerte, pero en su interior algo sucedía. “Yo sabía que era creyente pero me sentía incapaz de retirarme de aquel lugar y de todos estos pensamientos porque ya me habían delegado el mando y mi responsabilidad era diferente, lo que había empezado como un simple apoyo a mi familia se convirtió en mi opción de vida, pero un día decidí buscar el retiro”.

Días pasados le cuestionó acerca de la familia y comentó sobre los dos hijos que tuvo que dejar por sus erradas decisiones. Actualmente, convive con su esposa delante de la ley, “la verdad es que yo quiero organizarme y casarme, pero es que sale muy caro porque es por una iglesia cristiana, es que yo, yo, yo soy creyente y siempre sale carito”, replica Carlos.

Cuando se refiere a quien hoy su vida ha cambiado, “Dios me ha ayudado a mirar hacia adelante y a retomar una vida delante de Él. Hoy me ha cambiado y quiero decir que con esfuerzo y dedicación cualquiera puede levantarse.”

Hoy día, Carlos desiste de la lucha armada, sigue siendo creyente, trabaja con la producción de utensilios de aseo y estudia que da miedo, sale desde las siete de la mañana y regresa casi que a dormir, se esfuerza porque sabe que hoy tiene la oportunidad de vivir una nueva vida.

Carlos es un vivo ejemplo de lo que Dios puede hacer en la vida del ser humano cuando decide creerle.

 

No importa cual sea la situación, si eres o no eres un cristiano o creyente, como dice Carlos, "lo único que Dios quiere es restaurar su relación contigo." Atrévete, acercate a él.

2Corintios 5:17:

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

Efesios 4:22-24: En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre que está que está viciado conforme a los deseos engañosos y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.

Por @zonajnet
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