Jesús enseñó: "Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí" (Juan 14:6).
- Catagoría: Fe
- Autor: ZonaJ
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Aunque ninguno de nosotros es perfecto, todos podemos mirar la vida de Jesucristo como un ejemplo de lo que debemos luchar.
Al estudiar estas diez características de Jesucristo y tratar de desarrollarlas, podrá encontrar la verdadera felicidad y la paz.
1 - Fiel
Ser fiel es esperar y actuar en las cosas que no se ven, que son verdaderas (Alma 32:21).
Jesucristo hizo todas las cosas por la fe en Dios.
Incluso realizó poderosos milagros como caminar sobre el agua.
Nos pide que mostremos fe en Él y en sus propósitos confiando en Él y guardando sus mandamientos.
2 - Persistente en la oración
Podemos comunicarnos directamente con nuestro Padre en el Cielo a través de la oración.
Jesucristo rezó a menudo por sus amigos y enemigos.
También rezó por ayuda durante las pruebas.
A través de la oración, podemos tener acceso a esa misma asistencia divina.
Podemos seguir el ejemplo del Salvador rezando diariamente, expresando agradecimiento y buscando ayuda celestial.
3 - Paciente
El Salvador siempre fue paciente con sus discípulos cuando aprendieron a seguirlo.
También es paciente con nosotros cuando resolvemos las cosas en nuestro propio tiempo.
Podemos seguir su ejemplo ejercitando la paciencia con los demás y con nosotros mismos en nuestros esfuerzos por mejorar.
4 - Amoroso
Jesucristo ama a todos con un amor perfecto.
Podemos mostrar el amor a los demás cada día a través de pequeños y simples actos de bondad.
Cada vez que nos acercamos a otro con amor, reflejamos el amor puro de Cristo.
5 - Humilde
Ser humilde es reconocer con gratitud nuestra constante necesidad de apoyo de Dios.
Jesús es nuestro mayor ejemplo de humildad.
Siempre reconoció que su fuerza provenía de Dios, diciendo: "No puedo por mí mismo hacer nada...
No busco mi propia voluntad, sino la voluntad del Padre que me ha enviado" (Juan 5:30).
Podemos humillarnos confiando en Dios y buscando con gratitud su ayuda.
6 - Obediente
El Salvador fue perfectamente obediente a todos los mandamientos de Dios.
Promete: "Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor" (Juan 15:10).
Nos volvemos más obedientes una buena elección a la vez, mientras nos esforzamos por seguir los mandamientos de Dios y nos arrepentimos cada vez que nos quedamos cortos.
7 - Generoso
Jesucristo siempre "anduvo haciendo el bien" (Hechos 10:38).
Sanó a los enfermos, se hizo amigo de los pecadores y enseñó su evangelio a todo el mundo.
Para ser como Él, debemos abrir nuestros ojos y corazones a las necesidades de los demás y buscar dar un servicio significativo cada día.
8 - Virtuoso
Jesucristo es puro y virtuoso.
Si vamos a tratar de ser virtuosos como el Salvador, debemos hacer lo mejor para evitar el pecado y arrepentirnos a menudo.
No importa tu pasado, elige vivir virtuosamente hoy.
9 - Sabio
En el Nuevo Testamento, leemos que desde el principio de su vida, "Jesús creció en sabiduría y en estatura, y en gracia ante Dios y ante los hombres" (Lucas 2:52).
La sabiduría viene a todos nosotros poco a poco.
Podemos aumentar la sabiduría estudiando las escrituras y rezando por la comprensión.
10 - Perdonador
Incluso mientras sufría en la cruz, Jesús dijo: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen" (Lucas 23:34).
Dios quiere que perdonemos sinceramente a los que nos han hecho daño.
Aunque esto puede ser difícil, nos libera y nos permite encontrar paz y misericordia.
Dios nos ayudará a encontrar la fuerza para perdonar a los demás.
Por @zonajnet
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