Magia y milagros cristianos

Magia y milagros cristianos

En los primeros siglos del cristianismo, las autoridades de la Iglesia ya desaprobaban la magia y los amuletos.

  • Catagoría:  Fe
  • Autor:  ZonaJ

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Sin embargo, los amuletos, oráculos y la magia entre los cristianos sobrevivieron hasta bien entrada la segunda mitad del primer milenio.

La erudición moderna ahora acepta comúnmente que el advenimiento del Cristianismo no puso fin a estas prácticas paganas; al menos no inmediatamente.

Más bien, causó su transformación.

Algunos argumentarían además que esta conexión pagano-cristiana funcionó también al revés.

Es decir, que el énfasis de los primeros cristianos en la realización de milagros y en los poderes sobrenaturales de Jesús y sus seguidores fue útil para reclutar conversos entre los politeístas.

No había sentido, ni solución de problemas, ni esperanza, ni sociedad, a menos que estos poderes fueran reconocidos, apaciguados y persuadidos para hacer el bien, o al menos para no hacer daño".

Con este fin, continúa Knapp, "la experiencia religiosa de los politeístas ordinarios fue una integración completa y sin fisuras de todos los aspectos importantes de la vida cotidiana", donde los múltiples dioses y poderes proporcionaron un contexto funcional vital para la integración social y la supervivencia.

Entonces, ¿por qué alguien se arriesgaría a abandonar el modo de vida heredado por una nueva religión "no probada"?

Knapp argumenta que el elemento clave del cristianismo temprano que rápidamente extendió la nueva religión a través de todo el Imperio Romano descansaba en la capacidad de enfrentar el politeísmo en su propio terreno, ofreciéndose a ayudar a lidiar con las contingencias de la vida y probando la superioridad de su Dios.

La capacidad de dirigir el poder sobrenatural (a través de signos y milagros) también atrajo a muchos judíos.

Los milagros, después de todo, eran una prueba largamente aceptada del poder de Yahvé.

Aunque puede haber sido una vergüenza para las élites cristianas filosofantes, los milagros y la religiosidad cotidiana pudieron ganarse a los judíos comunes y a los politeístas por igual.

La magia y los milagros demostraron ser fundamentales para convencer a la gente común de que aceptara la nueva religión.


ZonaJPor @zonajnet
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