Te escribo esta carta porque sé que estás impulsado por la curiosidad, los medios de comunicación, la presión social o, aún peor, la de tu interior
- Catagoría: Fe
- Autor: Miguel Pulido
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Hola,
Te escribo esta carta porque sé que estás impulsado por la curiosidad, el morbo, los medios de comunicación, la presión social o, aún peor, la de tu interior. Te entiendo. Vives en una época donde la información es más de la que podemos procesar, haciendo que el mundo sea más pequeño de lo que alguna vez imaginamos. Quizás pienses que tu destreza con el internet y los aparatos tecnológicos es común, pero en realidad es algo brillante. Lo aprendes natural. Este es tu hábitat.
Por eso no creo que sirva de mucho decirte que te alejes o que no hagas esto o aquello. Sé que si tus papás colocan componentes de protección en los equipos electrónicos, te puedes idear la forma de sobrepasarlos. No estoy invitándote a que lo hagas, sólo que creo que la honestidad es un buen lugar para comenzar. Mi idea es que tu mecanismo de protección no descansa en todo lo que no puedes hacer, sino en lo que en realidad eres y puedes hacer.
Todo comienza en el corazón.
Ya sabes que existe el famoso “juego” de La Ballena Azul, que te invita a cumplir una serie de retos, los cuales te llevan hasta tu misma muerte. Un grupo de personas malvadas, a las que en realidad no les importa en lo más mínimo, que ni siquiera han escuchado tu voz o te han visto el rostro, encontraron en esta macabra idea una manera de causar dolor. No se trata de ti; se trata de ellos. Quieren inflar su maldito ego haciéndole daño a jóvenes preciosos pero vulnerables que están en una búsqueda desesperada de sentido.
Ese es el poder y también la mayor debilidad de este “juego”: te hace creer que tienes que cumplir algo, que vales por lo que haces, por lo que logras, por lo que muestras.
Pero tú no tienes nada que demostrar.
Vale mucho más que un like en un estado en Facebook, un corazón en una fotografía de Instagram o un RT en Twitter. Tu historia es valiosa porque es tuya, no importa cuántos la vean o la validen en las redes sociales. Eres un milagro único en la trayectoria de la experiencia humana. Tu belleza, tu talento, tu valor y tu valentía no radica en cumplir unas tareas aleatorias inventadas por unos psicópatas.
Con más frecuencia de la que quisieras, lo sé, te sientes insuficiente, que no das la talla. Vives en un entorno que cada vez más te exige un nivel de perfección imposible de cumplir. Debes ser atractivo, inteligente, buen amigo, buen hijo, buen estudiante, tener proyecciones claras, tener una buena salud, entre otras. Es difícil hacer malabares con tantas variables sin que alguna de ellas se caiga. Y por eso te crees la mentira de que vales por lo que logras.
Sin embargo, Dios no te creó para que fuera útil.
Dios te creó para ser amado.
Cuando sabes que hay alguien que no requiere que le demuestres nada para dártelo todo, tu corazón está en paz. No vas a necesitar acudir a La Ballena Azul, porque El Creador del Universo ya demostró que tú eres suficientemente valioso como para darlo todo por ti. No tienes que jugar con tu vida cuando sabes que Él ya dio la suya por ti. Tu valor es eterno, porque Dios te ha amado desde siempre.
Todo se trata del mensaje que creas. Ese es el mejor mecanismo de protección. Tu valor no lo determinan 50 retos, lo determinó la cruz.
Nunca olvides que eres un tesoro.
No se necesita una Ballena Azul para demostrarlo.
©MiguelPulido
Por Miguel Pulido
Miguel es Teólogo del Seminario Bíblico de Colombia, y pastor de jóvenes de la Iglesia Confraternidad en Bogotá, además de ávido escritor con la capacidad de conectar nuestra realidad con la perspepctiva bíblica.