¿Hay algo más que se pueda decir? Probablemente no.
- Catagoría: Fe
- Autor: Miguel Pulido
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Durante la semana pasada los ojos del mundo se volcaron hacia la catástrofe que está ocurriendo en la Amazonía. Miles de hectáreas de selva consumidas incesante y ferozmente por las llamas fueron el detonante para reclamos, lamentos, reflexiones, señalamientos y, por supuesto, numerales. Resulta difícil quedarse en silencio frente a una tragedia natural tan terrible.
Por estos días, el tema es otro. Nunca había escuchado de Pautips hasta que vi que era tema de conversación en las redes sociales. Antes de leer opiniones, me remití a su video más reciente. Los componentes dramáticos son innegables, ya que esta jovencita afronta el hecho de dejar de hacer videos a causa de un tratamiento contra la depresión que decidió emprender. Sin embargo, muchas críticas se levantaron porque una gran cantidad de personas percibieron en este un truco publicitario a partir de un tema sensible. La están despedazando en las redes sociales.
¿Qué tienen que ver estos temas?
Aparentemente, no mucho; pero en el fondo, bastante.
El mundo actual, regido por la mentalidad de las redes sociales, tiene como combustible dos elementos: la innovación y la indignación. Tienes que estar hablando de los temas más recientes y actuales, los cuales pueden cambiar de una hora para otra. Quien no opina de las tendencias, no existe. Por otro lado, se deben encontrar motivos para levantar una voz de protesta frente a algo que nos molesta. Siempre hay algo de qué quejarse.
Sin embargo, esta combinación de combustible puede resultar muy peligrosa. La indignación innovadora no produce ningún cambio estructural ni transformación verdadera. Es flor de un día. Estamos molestos, pero no tomamos el tiempo para investigar, digerir ni profundizar, porque toca estar preparados para opinar sobre lo siguiente de lo que todo el mundo está hablando.
El problema del Amazonas viene desde hace años. Con el propósito de hacer campos para ganadería han quemado miles de hectáreas de selva nativa, creando así un daño irreparable. Lo que pasa es que ahorita se les salió de control y no pudieron ocultarlo. Ahorita hay un escándalo, pero la tragedia ya estaba entre nosotros.
En cuanto a la Pautips, descubro cómo la mordacidad de la gente está lista para dispararse ante la primera oportunidad. El gatillo está siempre listo. Si ella está haciendo negocio o no, sólo su conciencia se lo dirá. Lo cierto es que el mundo que tanto se ufana de la tolerancia está buscando chivos expiatorios de su inconformidad frente a temas sensibles. Interesante que mucha gente la acaba con señalamientos bajo la base que ha visto en carne propia lo que hace la depresión, pero ¿qué pasa si de verdad ella sufre de esta enfermedad tan complicada? ¿No deberían buscar ayudarla en lugar de hundirla más?
Igual, ¿qué importa?
Mañana vendrá otro tema y nos olvidaremos de los anteriores.
Este mundo nos ha hecho creer que tener acceso a la información es suficiente. No es verdad. Una cosa es estar informado y otra cosa saber qué hacer con la información. Volumen no es sinónimo de profundidad. Esta es la sociedad que tiene mucha información, pero sigue luchando por encontrar la relevancia. Estamos tan preocupados por lo viral que nos olvidamos de lo vital.
Así que no, no tienes que opinar sobre cada tema. Leer un par de páginas en Google no te hace experto en un tema, y eso está bien. Nadie lo sabe todo. Tenemos que aprender a estar en paz con la aparente irrelevancia de nuestro silencio.
Es muy distinto tener que decir algo a tener algo por decir.
Ojalá aprendamos la diferencia.
©MiguelPulido
Por Miguel Pulido
Miguel es Teólogo del Seminario Bíblico de Colombia, y pastor de jóvenes de la Iglesia Confraternidad en Bogotá, además de ávido escritor con la capacidad de conectar nuestra realidad con la perspepctiva bíblica.