Nos hemos dado cuenta que la educación es un verdadero privilegio y que los jóvenes que podemos hacerlo no lo valoramos
- Catagoría: Fe
- Autor: Andres Rincon
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En estos días estaba leyendo una revista colombiana para jóvenes que me gusta mucho y me encontré con unas estadísticas sobre la educación en América Latina y Colombia, estadísticas que dicho sea de paso, me dejaron boquiabierto y cuestionado por varias cosas, uno porque no sabía que vivía en un país de semejantes estadísticas y dos, porque pareciese que muchos de nosotros viviéramos dentro de una burbuja, en donde estamos aislados del mundo exterior y de su realidad. Estas son las estadísticas:
- Hoy hay más de 200 millones de jóvenes pobres en el mundo, 47 millones de ellos viven en Latinoamérica.
- En Latinoamérica 1 de cada 10 jóvenes, entre los 15 y los 19 años, no han hecho ni siquiera quinto de primaria, en países del Caribe entre el 13 y 14 % de los jóvenes no saben ni leer, ni escribir.
- Según la Cepal (La comisión económica para América Latina y el Caribe), en Colombia sólo el 30% de los jóvenes logra graduarse de bachiller.
- Por lo menos el 52% de los estudiantes colombianos que comienzan una carrera universitaria no la concluyen, señaló un estudio del Ministerio de Educación. La gran razón, cuestiones económicas.
- Carlos Angulo, rector de la Universidad de los Andes, sostuvo que "en Colombia, la educación superior es un privilegio. Solo 15% de la población en edad escolar tiene acceso a la universidad. (15 de 100), ósea, el 85% de los jóvenes en Colombia no pueden estudiar una carrera profesional. Son 900 mil privilegiados para quienes esa educación, más que concederles derechos, les genera deberes. Es una realidad que deben valorar los estudiantes.
Y sí, el estudiar es un privilegio que muy pocos tenemos en Colombia (recuerden sólo el 15% de los jóvenes), y la pregunta que me surge al ver esta situación es: ¿Cómo asumimos ese privilegio? ¿Con responsabilidad o apatía?
Pensando en esto se me vino a la mente un texto muy conocido del sabio más grande de la historia de la humanidad, el muy antiguo pero no pasado de moda Salomón, cuando les escribe a los jóvenes en el libro de Eclesiastés (esta en la biblia) lo siguiente:
Alégrate, joven, en tu juventud; deja que tu corazón disfrute de la adolescencia. Sigue los impulsos de tu corazón y responde al estímulo de tus ojos, pero toma en cuenta que Dios te juzgará por todo esto. Aleja de tu corazón el enojo, y echa fuera de tu ser la maldad, porque confiar en la juventud y en la flor de la vida es un absurdo.
Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que lleguen los días malos y vengan los años en que digas: «No encuentro en ellos placer alguno».
Aquí este sabio al menos nos da tres consejos o principios que podemos aplicar durante nuestra juventud:
Primero nos invita a disfrutar y a gozarnos de la juventud, y es aquí donde nos damos cuenta que Dios no es aburrido o que es un Dios que nos quiere aburrir la vida, más aún nos invita a disfrutar y a gozarnos de la juventud.
Segundo, debemos recordar que un día vamos a rendir cuentas a Dios por todo lo que hagamos, aún por desaprovechar el privilegio de estudiar y hacerlo de cualquier manera o irresponsablemente;
Tercero, acordarnos de nuestro creador, aún en medio de los desafíos y ocupaciones del estudio propios de la juventud, porque llegará un día en donde vamos a mirar hacia atrás y vamos a decir: ¿qué hemos hecho con nuestra vida?, no vale la pena nada de lo que he hecho.
Y por último quiero terminar con una frase que siempre me ha gustado mucho y que de alguna manera nos describe a muchos de nosotros, es una frase de Jaime Garzón, el que fuera un humorista y activista social colombiano cuando dijo: “Colombia se derrumba y los jóvenes de rumba” al hacer una investigación sobre la juventud colombiana; mi deseo es que ojalá muchos de ustedes que leen este artículo no entren dentro de este grupo y puedan aprovechar el privilegio que tienen de estudiar.
Por @andreszonaj
Escribo lo que pienso. Este No es un espacio de reflexiones o pildoritas para hacerlo sentir bien, mas bien tiene la intención de hacerle sentir lo contrario. Fundador de ZONAJ.