Reflexionar será nuestra actitud después de la tormenta, será la forma de volver a nuestra vida, o seguirle sin condicionamientos a la coyuntura.
- Catagoría: Fe
- Autor: ZonaJ
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En tiempos de angustia y zozobra las puertas del cielo se tocan frecuentemente, algunos en desesperación se acercan para que les sea dada pronta ayuda.
Otros se acercan para juzgar su situación como si el cielo tuviera la culpa de ello, pero existen otro grupo de personas que no se acercan porque creen que tienen el control y no necesitan de nadie.
Pero definitivamente solo los que tienen la humildad de reconocer que necesitan del cielo para salir de las situaciones difíciles y para poder vivir de la mejor forma cada día, son los que tienen la mayor probabilidad de aguantar los azotes de la vida.
Nadie puede decir en este momento que no siente la crisis a nivel global o no le preocupa, de hecho Latinoamérica ve cómo la ola que ha afectado a Europa y EEUU se aproxima, y se conoce que Venezuela, Argentina y Bolivia tomarán el trago más amargo en Sudamérica, y Perú, que ve la crisis a corto plazo, se ha gastado el presupuesto para enfrentarla en tan solo tres meses.
Las lágrimas que vemos en los ojos de miles de personas al tener que salir de sus casas y otras propiedades, de sus empleos y de su calidad de vida, se verán en nuestros países americanos tarde que temprano, y como el chapulín colorado, ¿ahora quién podrá defenderme?.
Entonces veremos que las iglesias se llenan, que los domingos son grandes ríos de personas que se desplazan a los lugares santos para implorar por la ayuda de Dios, de aquel que es la última opción y no la primera.
Entonces Dios en su misericordia, bendecirá las empresas, las acciones gubernamentales en la economía, y las personas retomarán sus empleos, su calidad de vida y sus rutinas, abandonarán a Dios y el crédito se lo darán a un hombre o un grupo de personas que tengan que enfrentar la situación adversa, en nuestro caso actual puede ser Obama.
Pero existirá ese grupo de personas que en humildad reconocerán a Dios como su sustentador, su defensor, y Dios honrará a esos humildes que jamás lo dejan como hinchas fieles de los equipos deportivos. Tendrán angustia, dolor, pero encontrarán apoyo en un Dios que les enseña que no dependen de ciclos económicos sino de la Persona Poderosa que hace brotar agua de una roca.
Y le dará grandes recompensas a los humildes en la tierra por honrarle y recibirá de su herencia una eternidad en el cielo.
Reflexionar en nuestro corazón cuál será nuestra actitud después que la tormenta haya pasado, será la de volver a nuestra vida, o seguirle sin condicionamientos a la coyuntura.
Por @zonajnet
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