Actualmente es cada día más complicado definir las bandas cristianas con las que muchos crecimos bajo esa categoría.
- Catagoría: Musica y Cultura
- Autor: Jorge Mario Marin
Anuncios
Es significativo ver como agrupaciones estilo Five Iron Frenzy cuentan en la actualidad entre sus filas con dos integrantes que se declaran ateos después de un tiempo, o en el caso de Jars of Clay, buscan apartar por decirlo de alguna manera el evangelismo de sus conciertos para expresar su fe de una manera más personal.
En algunos de estos casos el asunto se pone un poco más confuso, ya que en ocasiones el público cristiano con el que crecieron no sabe cómo reaccionar ante esto y los músicos tratan de encontrar un escenario donde su nuevo público no sabe si se encuentran delante de una banda de creencias religiosas o que solo buscan entretener con buena música.
Mike Herrera probablemente no podrá deshacerse de ser reconocido como icono del movimiento punk cristiano con su famosa banda MXPX, lo cierto es que actualmente su fe es cada vez más difusa.
Siendo el típico adolescente de creencias tradicionales religiosas quien debía asistir a reuniones de jóvenes, nunca fue un predicador en el escenario, esto hizo que de alguna manera su música llegara a un público más amplio, actualmente se define como un adulto lleno de cuestionamientos mientras su banda continua rodando por la carretera llevando sus explosivas presentaciones.
La banda 12 Stones, aunque siempre se catalogó como cristiana en revistas o programas de t.v., realmente solo contaba con su cantante Paúl McCoy como creyente, otras agrupaciones como Frodus y Chevelle, al día de hoy es realmente difícil decir si realmente lo fueron en alguna medida.
Las dudas y luchas de fe de David Bazán ya se reflejaban desde que lideraba la banda de indie rock Pedro The lion, Sus letras fueron en ocasiones declaraciones muy oscuras que no encajaban con el deseo de muchos de encontrar en su música la típica alegría de muchas bandas cristianas.
Llegó un punto en que sus atormentadas canciones se traducen en un desligamiento total del cristianismo, no obstante es bastante extraño que nunca dejó de escribir sobre ello y más aún el hecho de que actualmente se labra una carrera en solitario donde aún frecuenta iglesias donde es invitado a cantar.
Otros casos llegan a ser realmente descorazonadores, a principios del 2000 se levantó un movimiento en Seattle que buscaba romper los moldes tradicionales usando la música y realizando eventos con bandas cristianas como seculares por igual bajo el nombre de Paradox.
Las por aquel entonces tendencias musicales de vanguardia tienen su lugar en los jóvenes cristianos sedientes de alternativas a lo que sonaba en la radio, así como sentirse libres con expresiones como tatuajes y piercings.
Todo esto liderado por el pastor Mark Driscoll y su comunidad Mars Hill, quien se auto promocionaba como un liberal líder cristiano con quien la juventud se puede sentir cómoda, pero que con el paso del tiempo mostró una posición más cercana a un fundamentalismo religioso excesivo.
Sus mensajes de total sumisión de las esposas hacia sus conyugues se llevaron a extremos, comentarios homofóbicos se hicieron frecuentes y como lamentablemente suele pasar en estos casos, el mal manejo del dinero fue parte de todo, manchando totalmente las supuestas buenas intenciones de este hombre o tal vez sacando a la luz su verdadero rostro.
Esto terminó con el imperio económico de Mark, pero también con muchos feligreses decepcionados y dolidos hasta el día de hoy, además de músicos y bandas que se levantaron en aquel entonces con un rumbo incierto en aquellos días.
Tristemente cuando los cuestionamientos llegan a la vida de estos artistas, la mayoría se encuentran solos con personas que en vez de convertirse en verdaderos mentores se transforman en jueces que les prohíben pensar diferente, pero aun cuando en ocasiones sus dudas, más que ser cuestiones de fe, se tratan de cómo les fue enseñado el cristianismo -como si se tratara de una religión más-.
Dentro de muchos casos se encontraba Jeff Suffering de 90 Pound Wuss, Dustin Kensrue de Thrice o Jordán Butcher actualmente con la banda Copeland, a quien le costó mucho volver a abrirse paso en el mundo de la música debido a los escándalos en su antigua iglesia, lo que tal vez explicaría que al ser una banda de creyentes, su visión como grupo era estar más cerca de la corriente principal de la música que del circuito del gospel.
Algunos casos como el del músico indie Bryan John Appleby se tradujo en canciones conceptuales sobre la duda y la evidente pérdida de la fe, pero otros cuadros más esperanzadores nos llevan a historias como la cantante Jéssica Dobson y su esposo el también músico Peter Mansen.
La pareja fue muy activa en Mars Hill, hasta que los escándalos del pastor Mark fueron desmoronando el movimiento. Ellos decidieron marcharse un poco antes de la inminente caída, sin embargo, esto no dañó su fe sino que les dio una nueva perspectiva en su música.
Actualmente la carrera en solitario de Jéssica va de la mano como líder de la agrupación Deep Sea Diver. En ambos proyectos sus letras de una manera algo sutil, muestran que su fe no se ha desvanecido y son pieza importante en una gran parte de sus composiciones, a pesar de que en el caso de la banda Deep Sea Diver no se trata de una banda cristiana.
Una historia como la de Mars Hill no es además un caso aislado, son muchos los casos de iglesias que comenzaron con las mejores intenciones de entrar al terreno de comunidades underground para presentarles a Cristo, pero los escándalos de todo tipo se fueron presentando progresivamente dando paso a grandes decepciones en las personas involucradas.
Uno de los problemas que encuentro en este tipo de movimientos, no es en realidad la música, sino más bien el excesivo énfasis en el espectáculo, los conciertos y el afán por identificarse con algunas tribus urbanas, todo esto dejando de lado la importancia de una buena teología y el no olvidar el estudio de la palabra de Dios como norma de vida.
El mismo Jesús enfatizó esto en el libro de Juan 5:39 al afirmar: “Ustedes estudian con cuidado las Escrituras porque piensan que en ellas hallan la vida eterna. Y son ellas las que hablan de mí”.
Por supuesto que el poner absoluta confianza en una figura pastoral o de liderazgo pasa su factura tarde que temprano, la palabra de Dios es enfática y nos advierte sobre el fracaso inminente cuando nuestra mirada está puesta en el ser humano, “maldito el hombre que confía en el hombre”.
No son los conciertos, ni los movimientos contraculturales con énfasis en el evangelismo o en muchas ocasiones el equivocado exceso de activismo en la iglesia lo que sacia nuestra sed de sentirnos plenos y nos lleva a conocer a Dios. Lo que realmente trae plenitud a nuestros espíritus es esa relación tan personal que cada uno podemos tener con Dios a través del sacrificio de Jesús y el mismo Mesías nos daba su ejemplo al apartarse a lugares solitarios para estar íntimamente con el Padre.
En el año 2001, mucho antes que el canadiense Marc Martel se hiciera conocido por ser actualmente el gran imitador de la voz de Freddy Mercury, publicaba el que sería hasta el momento el último disco de su banda Downhere.
"Let Me Rediscover You" es una preciosa balada en cuya letra podemos encontrar un deseo profundo de realmente conocer a Dios:
“Déjame redescubrirte
Y respirar tu vida nuevamente
Al Dios nunca antes conocido
Déjame redescubrirte”
11Jesús nos recuerda que el que bebe de su fuente ya no tendrá sed jamás.
Por @GeorgeRock
Jorge Mario es un super conocedor de la música y en especial del rock y el metal cristiano. Gracias a sus conocimientos fue el director de ZonaJ Muzic por varios años.