Alabanza y Adoración Latinoamericana: en Busca de una Reforma

Alabanza y Adoración Latinoamericana: en Busca de una Reforma

Dios nos regaló diversidad y es por ello que no podemos quedarnos en un solo molde y tal vez sea hora de romperlos una vez más.

  • Catagoría:  Musica y Cultura
  • Autor:  Jorge Mario Marin

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En nuestro anterior artículo -el rock en el himnario de la iglesia latinoamericana- pudimos ver como el rock n' roll se convirtió en un género más aceptado socialmente incluso para el cristianismo, además de ver testimonios significativos de personajes impactados por esta corriente.

Sin embargo, creo que vale la pena mirar otros puntos de vista que pueden llevarnos a analizar algunas dificultades en cuestión de creatividad.

Está claro en la historia de la iglesia que las formas de adoración han traído momentos de renovación y esto siempre ha creado brechas generacionales.

Hoy en día nadie se escandalizaría al escuchar un violín o un órgano, pero en siglos pasados eran instrumentos censurados   e inconcebibles para adorar a Dios. La música de Johann Sebastian Bach fue algo poco comprensible en algún momento para su misma congregación, incluso aproximándonos un poco más a nuestros tiempos. Realmente me sorprendió en alguna ocasión ver una entrevista del músico español Marcos Vidal afirmando que cuando comenzó su carrera, su música no era muy aceptada por cierto sector evangélico ¿En serio?

El profano rock llegó a la iglesia solo unos años después de su concepción, aunque si miramos sus raíces tal vez sería más acertado decir que regresó, incluso con el movimiento Jesus Freak en los setentas. Estos hippies convertidos hacían lo que se denominaba simplemente como Jesus Music antes que realmente denominarlo como rock cristiano.

Nuevamente, como mencionamos en el artículo anterior, esto trajo una preciosa renovación al himnario latinoamericano con la llegada de Juan Carlos Alvarado y compañía, pero actualmente muchos músicos también ven que ha traído dificultades a nivel de creatividad.

La gran dificultad como lo hemos dicho en algún momento es el hecho de que la llamada “música cristiana contemporánea” empieza a adaptar cierto molde y estructura a la hora de alabar a Dios y se crean erróneos conceptos, como llegar a pensar que para que una melodía se escuche “espiritual” debe tener los mismos acordes, todo esto opacando la diversidad que encontramos en la música.

Es por ello que en muchas ocasiones no se toma en cuenta el esfuerzo realizado por músicos cuando ofrecen conceptos como punk praise, celta praise o metal praise, e incluso géneros que se salen del molde del rock n roll, algo de esto ya lo vimos en el artículo 7 Proyectos curiosos de adoración moderna que no muchos conocen.

Una parte interesante en todo esto lo podemos encontrar en la propuesta de la banda argentina Saron Rose, quienes a ritmo de metal moderno nos ofrecen una forma innovadora de adorar a Dios con un estilo de rock mucho más fuerte, la banda ya tiene un gran recorrido y varios discos donde nos han deleitado con alabanzas muy particulares.

Veamos lo que los mismos músicos tienen para decirnos.

Con una experiencia musical de más de 40 años, el músico costarricense Alberto Chaves ha pertenecido a bandas como Distorsión, Drama, DCO y Sin Paredes, además de participaciones significativas para artistas como Jazz Garbo o Alejandro Alonso. Su punto de vista es igual de interesante a su recorrido en el mundo de la música:

Cuando acepté a Jesús como mi Señor, como músico venía del entorno de música rock de los 70s, glam, heavy y progresivo. Estos géneros por si solos eran muy populares en el mercado secular pero satanizados en la iglesia”.

“Tuve la dicha de comenzar en una iglesia donde su pastor era artista y seguidor del rock cristiano, si realmente cabe el término, por ende no tuve problemas en la congregación. Cuando comencé a tocar en algunas congregaciones como invitado, fui atrevido para muchas personas a tocar con un pedal de distorsión o efectos”.

“Estábamos en una época donde la música cristiana se hizo popular y era un buen negocio, rápidamente músicos como Marcos Witt y Juan Carlos Alvarado marcaron la pauta y las iglesias querían que sus músicos solo interpretasen este tipo de música por considerarse correcta. Sin embargo, muchos músicos que veníamos de otro entorno veíamos muy subjetivo este pensamiento, por desconocimiento y falta de buena interpretación de las escrituras. Muchos líderes de alabanza se cerraron y coartaron los dones de muchos músicos, quienes no veían lo que ellos sí”.

De esta manera se señaló al rock como algo que “no era de Dios”, hicimos caso omiso y trabajamos siempre en evangelismo en composiciones muy rockeras, en varias ocasiones nos señalaban y en otras literalmente la gente abandonaba la iglesia, con el pasar de los años el rock comenzó a ser más aceptado y lo que hacíamos ya no era mal visto, entramos entonces a años muy fructíferos llenos de amor por el prójimo, las congregaciones empezaron a apoyar a artistas que incorporaron riffS y solos muy rockeros”.

“Con la llegada de Hillsong, entramos en una era de música más sensorial, donde el rock tiene relevancia por su fuerza interpretativa, lamentablemente ahora viene la problemática donde solo se quiere interpretar worship, las bandas más rockeras no están presentes, ni el evangelismo en las calles, no se montan temas originales y la mayoría de los eventos son dentro de la iglesia, tenemos una contracultura que colocar en marcha, en donde el rock como herramienta, seguirá siendo importante para músicos creyentes en esta tierra”.

Ahora que pasa si nos salimos un poco del molde del rock n' roll, el cual ya está para gusto o disgusto de muchos impregnado en la música de las iglesias, pero nos estamos olvidando que en nuestros países latinos contamos con una inmensa cultura musical propia.

Con una bella fusión de pop rock y música colombiana, Elber Montiel Casino ha hecho parte de la banda Viraje y por este tiempo se encuentra preparando una interesante grabación en solitario. Su punto crítico frente al tema nos puede dar un horizonte interesante: 

“Comenzando con el tema de "adoración", partiendo de ahí, pienso que es un error conceptual y teológico todo lo que se concibe hoy como adoración. La adoración no es una sección de la música, ni un momento específico en la liturgia. La música es una de las maneras de expresar adoración a Dios. Cada día, con cada cosa que hacemos, adoramos a Dios. Hay personas que no saben cantar, que no cantan en un servicio y son tremendos adoradores por su testimonio y entrega a Dios.

Respecto a la corriente musical que se conoce como "adoración" (worship), es algo que surgió en EEUU (donde el pop y el rock es parte de su expresión cultural). Es válido que el pop/rock se considere como una forma en la música para expresar alabanza a Dios, pero me parece totalmente errado que se considere como la forma de alabar a Dios con música. Nunca se enseña explícitamente eso, pero cuando se habla de adoración/alabanza, todos los demás estilos musicales se han excluido, lo que me parece totalmente sin sentido. ¿A Dios se le puede adorar o alabar sólo con la música que se inventó en Norteamérica?

Creo que son modas, porque en los 90s era la música hebrea la que predominaba en los servicios como aceptable para alabar a Dios. Creo que esos ritmos han calado mucho porque ha habido muchos artistas cristianos que han hecho un buen trabajo, además de que esos géneros suelen ser muy fáciles de ejecutar y cantar en la congregación.

Conclusión: Para alabar o adorar a Dios, no necesito ni cantar ni tocar música, pero si hablamos de música, no creo que Dios excluya culturas, pueblos, expresiones autóctonas, o tenga alguna preferencia musical para uno alabarle”.

La banda colombiana República de la Cruz, hizo su transición de alternativo al rock fusión, actualmente el baterista Anderson Garzón se prepara para mostrarnos su nuevo proyecto Fe Caribe, igualmente tiene algo que expresarnos:

“Para mí ningún género musical es malo, bíblicamente son todos creados por Dios si realmente la gloria es para Él.

Entiéndase vallenato, rock, puede ser champeta, puede ser folklor colombiano, chirimía, bambuco….lo que sucede es que lo que más predomina en la actualidad es el rock, lo que tiene que ver con una idea que les venden a los jóvenes, que tiene que ver con la base y rítmica y la parte visual, todo lo que es multimedia……es lo que se vende, sin el deseo de sonar sarcástico tenemos el hecho de que al hacer un evento góspel de diez bandas todas ejecutan el rock, es raro escuchar algo tropical o folklor.

Se pierden muchas cosas en la cuestión transcultural, aquí en la costa por ejemplo tenemos nuestros sonidos tropicales, en el interior del país tenemos otros ritmos y es curioso que a veces ejecutar estos sonidos en las iglesias para algunas personas en su religiosidad tienden a pensar que “esto no es de Dios”.

Todo parte del hecho de que como no es una música que están consumiendo constantemente entonces llegan a esta conclusión, lo digo por ser algo que yo he podido experimentar.

Gracias a Dios actualmente me encuentro trabajando en un ministerio evangelistico que me ha permitido salir de Cartagena, a lugares distanciados, muy alejados, he estado en iglesias donde la alabanza se hace simplemente con una guacharaca, entonces cuando entras a alabar a Dios con otros ritmos e instrumentos a las personas no suele agradarle mucho, porque son solo cuestiones culturales, no se trata de cuestiones espirituales sino de conductas aprendidas.

Finalmente los jóvenes están desechando nuestros sonidos autóctonos cuando de ahí podrían estar creando un sonido propio”.

Curiosamente todo se resume en dos vertientes: por un lado tenemos un estilo de rock que de manera equivocada asumimos que es la forma “correcta” de alabar a Dios en la iglesia, y por otro lado, no estamos aprovechando toda la riqueza musical que nuestra Latinoamérica nos da para ofrecerle reverencia al Señor, censurando o sencillamente dejando de lado ritmos muy nuestros de la misma manera que sucedió cuando el rock n roll invadió el himnario eclesial.

Dios nos regaló diversidad y eclecticismo en el arte, es por ello que no podemos quedarnos en un solo molde o pensar que algo es espiritual porque luzca o se escuche de determinada manera, tal vez sea hora de romper moldes una vez más.


Jorge Mario MarinPor @GeorgeRock
Jorge Mario es un super conocedor de la música y en especial del rock y el metal cristiano.  Gracias a sus conocimientos fue el director de ZonaJ Muzic por varios años.

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