Las Preciosas Declaraciones de Collective Soul

Las Preciosas Declaraciones de Collective Soul

En ocasiones puede suceder que canciones muy icónicas de ciertas bandas se vuelven algo misteriosas cuando se especula demasiado sobre su significado.

  • Catagoría:  Musica y Cultura
  • Autor:  Jorge Mario Marin

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En algún momento se afirmó que My Friend del disco Supernatural de D.C. Talk estaba dedicada a otra banda alternativa muy grande por aquellos años como lo era Collective Soul. Se argumentaba entonces que el tema era un rechazo a la fe que dicho grupo parecía estar abandonando para convertirse en estrellas.

Finalmente, el significado de la canción consiste en la suposición de lo que podría pasar si alguno de los integrantes de D.C. Talk (es decir Michael Tait, Toby Mac y Kevin Máx) se alejara de sus creencias para ser rockstar, pero ¿por qué surgió tan llamativo rumor?

Cuando la banda norteamericana Collective Soul lanzó su primer disco Hints Allegations and Things Left Unsaid en 1993, se dieron a conocer con prontitud gracias a su sencillo Shine.

No solo llamó la atención el sonido bien elaborado de la banda en una onda claramente alternativa y “moderna”, sino por su letra sutilmente espiritual. No podemos culpar a la audiencia por empezar a cuestionar si la agrupación era la típica banda de “rock cristiano”:

Dame una palabra, dame una señal

Muéstrame dónde buscar

Dime qué es lo que voy a encontrar

Acuéstame sobre la tierra

Hazme volar en el cielo

Muéstrame dónde buscar

Dime qué es lo que encontraré.

Ed Roland, su vocalista, afirmaba de forma sorprendente que no concibió la canción como una plegaria, y que su padre, un pastor evangélico, le hizo caer en cuenta de ello.

Otras canciones como Under Heaven's Skies, contenía una letra cercana a una declaración de amor del libro de Cantares, mientras que Heaven's Already Here, declaraba que la felicidad ya estaba presente por lo cual “El cielo ya está aquí”.

Collective Soul no pretendía sin embargo convertirse en una nueva versión de U2, incesantemente dejaban en claro que no eran una banda con una agenda religiosa y con el pasar del tiempo se encargaron de mostrar una imagen más típica a cualquier banda de rock n roll.

A pesar de todo, el asunto es más profundo por tratarse de la historia de los hermanos Ed y Dean Roland, como típicos casos de chicos que crecen bajo la rígida disciplina y en ocasiones la presión que puede conllevar el ser hijos de predicadores, algo de lo que hablaremos en otra ocasión, pero que es por ello que vemos en sus canciones ciertos trazos de rebeldía mientras que en ocasiones ciertas convicciones aparecen en sus líricas. 

Su segundo trabajo, titulado sencillamente con el nombre de la agrupación, continuaba ofreciendo excelentes canciones, entre ellas la preciosa balada “The World I Know”, que vino acompañada de un conmovedor videoclip, donde un hombre de negocios parte a su rutina de vida, mientras en el trayecto lee sobre la hambruna, los problemas sociales y contempla en el camino la triste realidad de las personas de la calle. Todo esto le lleva a la decisión de desear quitarse la vida subiendo hasta la parte alta de un edificio.

Justo cuando está a punto de arrojarse una paloma se tiende en su brazo y empieza a alimentarla con migajas de pan lo cual atrae también a las hormigas, en este momento cambia la perspectiva del hombre quien termina pasando de un depresivo estado de ánimo a una enorme sonrisa mientras empieza a arrojar billetes a la calle, su letra por supuesto no es para nada superficial:

¿Estamos escuchando? Himnos de ofrendas

¿Tenemos ojos para ver? El amor es reunión

Todas las palabras que he estado leyendo han comenzado a sangrar en una sola.

Disciplined Breakdown, por su parte, es un disco con canciones como Forgiveness que muestra los beneficios que trae a nuestra vida la decisión de perdonar, mientras que Precious Declaration invita al oyente a un cambio de mentalidad más beneficiosa en los malos ratos y de alguna manera encontrar la salvación.

Y es que finalmente las temáticas de la agrupación distaban mucho de la rabia, pesimismo y angustia que caracterizaban a la mayoría de bandas alternativas de aquellos años del “No Future”, pero en ocasiones las cosas tomaban giros más bien confusos.

Videos de canciones como Why, Pt. 2 del disco Blender muestran a la banda en un ambiente típico de cualquier banda de rock n roll, con imágenes de sexo, licor y fiestas no muy lejanas a unos Rolling Stones y que al igual que muchas películas terminan con las autoridades acudiendo al lugar para colocar orden en una rumba que parece salirse de control y molestar al vecindario.

Es esta ambigüedad la que nos muestra el difícil camino cuando el mundo nos arrastra a una vida ajena a los preceptos divinos, pero de la misma forma vemos que muy en el fondo luchamos con el deseo de hallar nuestro momento de redención.

El bajista de la banda Will Turpin es sin embargo el caso más particular dentro de la banda. En el 2011 comenzó una carrera en solitario cuyas canciones han sido el reflejo de encontrarse realmente perdido, viviendo en crisis, y como él mismo lo definió al enfrentarse a sus propios demonios.

Todo esto le ha llevado a realizar la ópera de rock navideña llamada Rock the Cradle donde se narran diversas historias sobre el nacimiento de Cristo, dialogar con grupos de jóvenes sobre cómo solucionar su adicción a sustancias, además de colaborar con el legendario músico y productor Billy Smiley (WhiteHeart) para impulsar la carrera del cantante cristiano Jason Flower.

No parece ser, sin embargo, algún interés por convertirse en una especie de músico góspel finalmente.

La biblia como manual de vida del creyente nos da unas reglas de moralidad que no podemos lograr por nuestros propios méritos. El apóstol Pablo deja muy claro que aunque deseamos hacer el bien cedemos fácilmente a actos contrarios.

Es por ello que no encontraremos nuestra salvación a menos que dejemos a Cristo tomar el control de nuestras vidas y es ahí cuando realmente se hacen preciosas nuestras declaraciones, cuando reconocemos que un cambio de mentalidad la hallamos en someter nuestros pensamientos y actos al poderío de Cristo para encontrar realmente un cambio de vida.


Jorge Mario MarinPor @GeorgeRock
Jorge Mario es un super conocedor de la música y en especial del rock y el metal cristiano.  Gracias a sus conocimientos fue el director de ZonaJ Muzic por varios años.

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