Para músicos como Laurel su fe afecta inevitablemente sus composiciones sin entrar a hacer necesariamente algún tipo de proselitismo en ellas.
- Catagoría: Musica y Cultura
- Autor: Jorge Mario Marin
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Una noticia que conmovió a la comunidad cristiana fue la inesperada publicación de una canción de adoración en el nuevo disco de Avril Lavigne titulada "Head Above Water".
La rockera canadiense, quien creció cantando en la iglesia, había pedido oración a sus fans tiempo atrás debido a su enfermedad de Lyme. La historia de la canción no es más que un clamor en el momento en que la cantante sentía que perdía la batalla contra el mal que la aquejaba.
Esto por supuesto logra atraer mucho a los quienes se quejan constantemente que muchos de sus referentes musicales publican canciones donde no parece especificar a quien va dirigida realmente la canción.
A decir verdad por este tiempo me cuesta un poco escuchar lo que en la actualidad pasa con la llamada “música cristiana”, principalmente por el exceso de músicos que quieren seguir con la corriente de Hillsong, llega un momento en el que realmente satura.
En medio de todo esto comencé a fijar mi atención y mis oídos a la propuesta musical de Lauren Daigle.
La intérprete norteamericana fue una de muchos cantantes cristianos norteamericanos en probar suerte en American Idol, aunque no logró llegar muy lejos. Esto le sirvió de referente para hacerse pasar en una carrera musical muy exitosa.
La cantante ha sido premiada dos veces al Grammy, como también en la Billboard y los Dove, esto como parte importante en su corta carrera, aunque en lo personal siempre trata de valorar más a un músico por su contribución artística y las fibras que sus canciones pueden mover.
Lauren Daigle es realmente un toque de aire fresco, su aptitud hippie, agradables composiciones y un estilo soul, le dan gran valor a la música actual.
Por supuesto que nunca pueden faltar las controversias que hacen que finalmente hacen que todo sea más llamativo.
El hecho de ser una figura pública con convicciones cristianas, hace que se encuentre constantemente bajo el ojo crítico, el cual en muchas ocasiones parece insaciable a la hora de condenarla, ya sea por su postura sobre la homosexualidad, sobre lo cual influyó de alguna manera su presentación en el programa de Ellen Degeneres, además que se abstiene de predicar en medio de las canciones cuando se presenta en vivo frente a determinados escenarios.
Para muchos se trata simplemente de alguien que quiere encajar en el mundo y quedar bien con todos.
Pienso que artistas como Lauren deben ser analizadas desde varios frentes, por un lado creo que aunque esta no debe ser nunca la meta de un creyente, no está mal necesariamente que un cantante o banda cristiana reciba un Grammy, ya que independiente de su fe personal, si realiza un excelente trabajo en la parte artística, no debe ser un obstáculo en su espiritualidad el que su arte sea valorado y premiado. El problema se encuentra cuando todo esto se convierte en la motivación absoluta para realizar música.
Por otro lado, puedo entender su prudencia al declararse ignorante de abordar ciertos temas, no solo está creciendo como músico sino también en una fe que esperemos permanezca y cada vez la lleve más hacia pasos de madurez.
Además, puedo citar al autor del libro “El arte no necesita justificación” Hans R. Rookmaaker, catedrático en historia del arte, ya que como él decía: “La fe no es sólo una cuestión de religión, del alma y su salvación en el cielo, sino de la salvación de toda la persona, un modo de vida y pensamiento que afecta a todos los aspectos de la vida humana”.
Es por eso que para músicos como Laurel y algunos que hemos nombrado en anteriores artículos como Damien Jurado, Bruce Cochburn, entre muchos casos significativos, su fe afecta inevitablemente sus composiciones sin entrar a hacer necesariamente algún tipo de proselitismo, como bien afirma Bono, vocalista de U2: “Tenemos el presentimiento de que Dios no está interesado en la publicidad, puedo estar equivocado, pero es el arte en vez de publicidad lo que impresiona al Creador del universo” enfatizando además que “La creación grita el nombre de Dios, así que no tienes que pegar una señal en cada árbol”.
Esta postura puede tornarse más discutible si recordamos las declaraciones de Larry Norman, el llamado padre del rock cristiano cuando afirmó: “Nunca logro evangelizar a través de mi música, si voy a decir algo evangelístico, lo diré con palabras y no con música, la música es arte, no propaganda”.
No pretendo con todo esto ofender el trabajo de muchos músicos quienes ven su labor como una forma directa de compartir las buenas noticias, por supuesto que admiro y respeto profundamente a quienes ven su música como una manera de hacer misiones, además que conozco los efectivos resultados y testimonios, pero es precisamente aquí donde también entiendo la postura de otros que ven su arte como una manera de traer esperanza a un mundo caótico sin verse en la necesidad de identificarse bajo algún tipo de etiqueta.
Creo que Lauren Daigle es honesta no solo en su fe sino en sus composiciones, además considero respetable que prefiera estar lejos de alguna agenda evangelistica para darle paso a una música que es disfrutable para todos y que en medio de eso puede traer luz y esperanza.
Por @GeorgeRock
Jorge Mario es un super conocedor de la música y en especial del rock y el metal cristiano. Gracias a sus conocimientos fue el director de ZonaJ Muzic por varios años.
