El mundo ha tomado por momentos al cristianismo como materia prima de la cual crear contenidos que terminan ofendiendo a los cristianos. Vea más aquí.
- Catagoría: Musica y Cultura
- Autor: Jorge Mario Marin
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Siempre que se acerca la época de Semana Santa se generan interesantes debates sobre las películas religiosas que se trasmiten por tv, y algunos de estos dejan más interrogantes que claridad.
La reinvención de las historias bíblicas son para algunos motivos de controversias, para otros son solo maneras diferentes de reflejar la fe que no necesariamente deberían de crear alguna falta de respeto en las creencias cristianas individuales.
Recuerdo de muy pequeño ver una película que en su momento no me generó mayor impacto, pero años después a medida que crecía mi gusto por el rock n' roll, se convirtió en una película que buscaba incesantemente en la programación cada vez que se acercaban estas fechas.
Jesus Christ Superstar fue una de las primeras óperas rock en los años 60s que saltó rápidamente de los escenarios teatrales a el séptimo arte. En muchas partes del mundo algunos grupos religiosos de extrema extremidad buscaban oponerse a su presentación en los cines.
La historia realmente tiene los ingredientes para poner nerviosos a muchos sectores tanto católicos como evangélicos, al representar la figura de Jesús omitiendo totalmente su divinidad, confundido con su misión y siendo totalmente humano en formas que tampoco le favorecían.
No mucho después, es lanzado en manera similar el también musical de rock llamado Godspell donde Jesús y sus discípulos se presentan como personajes de la contracultura de la época - niños de las flores cuyo escenario no sería en tierras judías sino en New York.
Una de las curiosidades de ambos musicales es el hecho de que fueron creados al observar el crecimiento de comunidades de hippies cristianos que avanzaban rápidamente en la zona de San Francisco, lo que tiempo después se conocería como el Movimiento de Jesús. Ellos eran liderados por figuras tan interesantes como el músico Larry Norman y el predicador Lonnie Frisbee.
Lo curioso es que a pesar de las motivaciones comerciales y provocadoras de los creadores de estas óperas rock, muchos historiadores afirman que esto no solo hizo que muchos jóvenes se interesaran por Jesús, sino que ayudó a que este movimiento juvenil cristiano se diera a conocer de una manera más amplia.
El teatro y el cine han recurrido cada cierto tiempo a generar para bien o para mal el interés en obras religiosas.
Spread The Nudes! Es un espectáculo realizado por actores independientes de Milwaukee, donde a manera de parodia se presentan las aventuras o más bien desventuras de una banda de “rock cristiano” que busca ser telonera de D.C. Talk, mientras que pasan por situaciones que buscan parodiar muchas de las controversias que se desarrollan en comunidades cristianas.
El llamado -rock cristiano- se ha convertido en un tema tan debatido en la cultura pop de una manera más recurrente en los últimos años, al punto que la serie South Park dedicó el capítulo Faith+Ones a explorar un hecho que no deja de ser complicado, al dar por sentado que el rock cristiano al convertirse en un movimiento que salió de las sombras underground a el mercado comercial, muchos músicos podrían estar aprovechando el amplio mercado para simplemente ganar fama y reconocimiento mientras esconden dichas motivaciones profesando una falsa fe.
Todo esto no está muy alejado de la realidad con asuntos tan controvertidos como las declaraciones del músico Tim Lambesis de As I Lay Dyng y más recientemente de los músicos de Underoath, pero esto es un asunto muy complejo y duro de juzgar del que ya hablaremos en una próxima ocasión.
Saved! Protagonizada por Jean Malone, Macaulay Caulkin y Mandy Moore, es una película de formato adolescente que busca parodiar el mundo de las instituciones educativas cristianas de Norteamérica.
La idea de esta producción surge del director Brian Dannelly y el guionista Michael Urban, quienes asistieron de pequeños a algunos de estos institutos, es por eso que la película domina muy bien las jergas usadas insistentemente entre el circuito evangélico mayormente fundamentalista.
La película, financiada por Michael Stipe de la banda R.E.M, es a pesar de todo un “regreso a la fe” en declaraciones específicas de sus creadores. Lo cierto es que aquí se expone en gran parte la subcultura evangélica de una manera que no deja de ser un tanto preocupante debido precisamente a su veracidad, ya que no se trata de un humor exagerado si no algo más cercano a la realidad.
Por otra parte, se contempla específicamente en el personaje de Hilary (Mandy Moore) el reflejo de cómo podemos esconder detrás de una fachada religiosa un espíritu de competencia y fuertes vacíos emocionales que nos llevan a terminar usando la fe para hacer mucho daño.
Sin embargo, existe un documental que cada vez que tengo la oportunidad de ver me genera inquietud: Jesus Camp.
El documental muestra para disgusto de muchos una embarazosa realidad, al seguir de cerca un campamento para niños dirigido por la pastora Becky Fischer.
El gran problema teológico se basa en una extraña visión del mundo, donde para este sector evangélico conservador las fuerzas malignas están presentes en todo lo que de alguna manera no lleve la etiqueta de “cristiano”, una evidente obsesión con la llamada “guerra espiritual” y un lenguaje casi militarista que supuestamente debe ser la forma en que los cristianos deben actuar todo el tiempo.
Los niños son sometidos a prácticas sectarias donde las convulsiones y el “hablar en lenguas” son actos obligatorios para los infantes.
La parte más preocupante es ver a uno de los niños de nombre Levy, quien ocupa gran parte de la atención de la película, afirmar que siente desprecio al estar con personas que no siguen su misma “fe”.
La parte menos oscura del film, a pesar de todo, es la contraparte de la filosofía de vida de la pastora Fischer, reflejada en un locutor de radio de fe metodista llamado Mike Papantonio, quien a través de su programa denuncia sin pelos en la lengua, este tipo de prácticas de adoctrinamiento.
¿Qué podríamos pensar de todo esto? Podría parecer muy sencillo la posición de sentirnos indignados cuando la fe cristiana es expuesta de maneras sensacionalistas, buscando generar cierto morbo en la audiencia o podríamos sentarnos por un momento y prestar un poco de atención.
Constantemente citamos las palabras del maestro al decir que “somos la luz del mundo”, en este caso deberíamos de analizar más detenidamente si realmente esta luz no empieza a tornarse confusa y cegadora cuando nos hemos encargado de crear una burbuja y una subcultura que a los ojos del mundo ofrece más confusión que claridad del verdadero evangelio.
Es indiscutible que muchas de estas obras reflejan una realidad indiscutible de cómo la subcultura cristiana se expande a tener nuestros propios festivales, nuestro propio canal de T.V. y nuestro propio código de dialogo con jergas con las que difícilmente nos damos a entender con quienes no comparten nuestra fe y lo que es peor, no permitimos que se nos acerquen en muchas ocasiones.
Es por eso que antes de tildar estas películas o espectáculos teatrales como obras del anticristo o blasfemias, deberíamos crear un análisis y ser más autocríticos de la manera en que llevamos nuestra fe, si realmente estamos impactando al mundo con el mensaje de Jesús o solo nos estamos convirtiendo en una religión sectaria ajena a las necesidades de la sociedad en la que nos desenvolvemos.
Jesús decidió hacerse como uno de nosotros, renunciando a su reinado para habitar en medio nuestro, no para pasar el tiempo entre religiosos que necesitaban aparentar falsa piedad mientras sus egos se inflaban, si no con aquellos que necesitaban respuesta en medio de una difícil existencia y un mundo carente de amor.
El mundo necesita encontrar a Dios pero no en medio de una religiosidad inentendible, más bien a través de un salvador cercano y personal, pero para poder darlo a conocer, necesitamos romper con esa burbuja cultural y mostrar la luz que trae verdadera claridad.
Por @GeorgeRock
Jorge Mario es un super conocedor de la música y en especial del rock y el metal cristiano. Gracias a sus conocimientos fue el director de ZonaJ Muzic por varios años.