¿Si somos hijos del Rey?

Somos Hijos del REY. ¿Cuántas veces hemos escuchado decir en iglesias y eventos cristianos: ¿“Somos hijos del Rey”?, no tengo nada que debatir frente a esta verdad, sí, somos hijos del Rey, somos hijos del Creador de los cielos y la tierra.

Ésta es una realidad innegable para todo cristiano, somos hijos de Dios, somos hijos del Rey. No tengo nada que decir frente a esto, lo que sí tengo que decir es que hemos usado esta verdad para nuestra propia conveniencia, hemos creído que esta verdad teológica y espiritual se puede reducir y aplicar al ámbito físico, me explico, he escuchado a muchos cristianos decir: “Somos hijos del rey, y Él quiere que tengamos lo mejor, nos merecemos casas, carros y mucho más porque somos príncipes”.

Y esto me ha llamado la atención últimamente, porque leyendo los evangelios no encuentro por ningún lado que Jesús les dijera a sus discípulos: ̈muchachos prepárense porque ustedes son mis hijos, ustedes son príncipes del cielo, así que se merecen los mejores, la mejor ropa, los mejores camellos, las mejores barcas, dinero, posición y prestigio, porque recuerden que ustedes son Hijos del Rey, son príncipes y deben vivir acorde a eso”.

No veo esa promesa por ningún lado, lo que sí encuentro es que les dijo a sus discípulos que no vivieran por lo que todo el mundo vivía, que no llevaran de más cuando los envió a hacer misión, que buscaran primeramente el reino de los cielos, que vivieran de paso, ligeros, en otras palabras, que vivieran simple.

El reino de los cielos, el reino de Jesús, es un reino que es diferente a los reinos de la tierra, es un reino donde el rey no nació en los mejores palacios o en cunas de oro, sino en un establo. Yo no quiero decir que Dios quiere que vivamos mal o en la pobreza absoluta, lo que sí creo es que no podemos decir que nos merecemos las cosas porque somos hijos del rey, o que justifiquemos nuestros lujos y juguetes porque somos príncipes, y por lo tanto debemos vivir como eso.

Jesús no nos enseñó este concepto, más bien nos dijo lo siguiente:

“Vendan sus bienes y den a los pobres, provéanse de bolsas que no se desgasten; acumulen un tesoro inagotable en el cielo donde no hay ladrón que aceche y polilla que destruya. Pues donde tengan ustedes su tesoro, allí estará también tu corazón” (Lucas 12:33-34).

Si verdaderamente somos hijos del Rey, tenemos que recordar cómo es su reino y vivir como Él vivió.
 

Por @andreszonaj
Escribo lo que pienso. Este No es un espacio de reflexiones o pildoritas para hacerlo sentir bien, mas bien tiene la intención de hacerle sentir lo contrario. Fundador de ZONAJ.

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