¿Le gusta o le toca trabajar?

Y creo que es el pensamiento de mucha de la generación que nos ha precedido a nosotros los jóvenes, hombres y mujeres que trabajaron toda su vida en empresas establecidas, con prestaciones sociales, y siempre con el pensamiento de un futuro dependiente de los ahorros que se hicieron durante años de trabajo y esfuerzo.

Ahora, todo esto ha cambiado, el mundo ya no es como lo era para ellos, ya no hay tanta estabilidad, es difícil pensar en una pensión y mucho más complicado pensar en alguna seguridad social y laboral.

También es común escuchar decir que el trabajo es "castigo" de Dios, como dice una canción, de hecho algunos sugieren que es consecuencia del pecado de Adán en el Edén, pero sin notar que Dios ya había puesto a laborar a Adán antes de la entrada del pecado en la humanidad.

El punto es que hay que trabajar porque sino, ¿con qué comemos?, de hecho muchas personas ven el trabajo como algo aparte de sus vidas, que tienen que hacer para subsistir y sobrevivir, pero no para realizarse y desarrollarse como personas integrales, tanto, que si tuvieran otra opción para ganarse la vida dejarían por completo sus labores para hacer así realmente lo que les gusta y los apasiona.

Yo crecí en una familia normal colombiana, en donde trabajar era un privilegio, pero también en donde el estudio formaba parte fundamental del crecimiento de una persona, entonces eso cambia un poco la cosmovisión, porque cuando uno estudia y se prepara tiene más opciones de escoger y de soñar con un "futuro" diferente.

Siempre tuve la lucha de sentir que trabajaba solo por dinero, o por tener algún reconocimiento, pero no hacer lo que realmente me gustaba, que era servir a Dios desde mi profesión y desde mis capacidades, que por supuesto fueron dadas por Él. Pero sinceramente debo estar muy agradecido con Dios porque me ha permitido servirle y “trabajar” para él, desde el ministerio y desde mi profesión, lo cual para mí es un privilegio que pocas personas tienen, porque en Colombia muchas veces, o usted hace lo que le gusta o trabaja porque difícilmente puede hacer las dos.

El dilema está cuando uno sabe que el trabajo debe ir más allá del dinero, pero hay una sociedad, una familia, unos amigos que esperan que se haga lo "normal", que es trabajar en lo que uno estudió, conseguir una estabilidad y vivir por lo que la gran mayoría vive.

Creo que cuando el trabajo no se ve desde una perspectiva más profunda que el simple hecho de ganar dinero y ganarse la vida, pierde toda motivación y gozo, y es ahí donde le doy gracias por poder servirle y hacer de algo que me gusta y me apasiona, que es mi trabajo.

Aunque, quiero ser honesto y decir que en muchos momentos el dinero se convierte en un factor de tentación y distracción, porque el enemigo y uno mismo se pregunta ¿qué hubiera pasado si no hubiera renunciado al trabajo que tenía?, o ¿qué hubiera pasado si estuviera desempeñando mi carrera y profesión a tiempo completo?,

O viene la duda cuando uno ve a sus compañeros de universidad con trabajos mejor remunerados que el propio, pero es ahí donde uno tiene que recordar que el dinero no es el centro del trabajo, ni la motivación para hacerlo, que el trabajo y la vocación están por encima de la ganancia y la remuneración.

Considero que no soy esclavo del trabajo, porque he decidido hacer y cumplir el propósito de Dios en mí y a través de mi vida, además de hacer lo que me gusta hacer y usar mi carrera y profesión como herramientas al servicio de Dios y no como fin último de mi vida, pero como lo dije anteriormente, soy un hombre afortunado de hacer lo que me gusta y recibir dinero por hacerlo, eso es un privilegio y una bondad del Señor.

Por @andreszonaj
Escribo lo que pienso. Este No es un espacio de reflexiones o pildoritas para hacerlo sentir bien, mas bien tiene la intención de hacerle sentir lo contrario. Fundador de ZONAJ.

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