El mítico álbum de la banda californiana reflejaba los excesos de una generación que vivió al máximo el estilo de vida del rock...
- Catagoría: Musica y Cultura
- Autor: Jorge Mario Marin
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El rock ha sido blanco de muchas leyendas urbanas que ciertas o falsas han creado un interés masivo, a veces hasta el límite de la obsesión. En 1976 una banda californiana que vivía al límite de los excesos de cualquier rock star de su época lanza el legendario disco Hotel California que empieza a generar muchas teorías macabras a su alrededor.
Principalmente se decía que dicho lugar era la base de operaciones del satanista Anton Lavey y que en la foto de la contraportada del álbum podía verse en una ventana observando hacia el salón del hotel donde se encontraba la banda y otras personas. La imagen de dicho personaje, suposición que no tarda en ser aprovechada por el satanista, quien no sería la primera vez que buscaría la oportunidad para darse publicidad.
Lo cierto es que existe un verdadero Hotel California al que curiosamente se le ha atribuido como un lugar de eventos paranormales que se encuentra ubicada en Todos Santos, México, pero no hay indicios claros de haber una conexión con la legendaria canción y lo cierto es que no es el mismo lugar de las fotos del álbum.
Para los miembros de la banda, sin embargo, el concepto de este trabajo musical es el reflejo de la decepción de un mundo que se esperaba cambiar a través de filosofías, sexo y consumir ácido para llegar a la frustrante conclusión de no llegar a ningún cambio significante.
Esa decepción continuaría décadas después cuando su vocalista Don Henley lanzara en los 90s fuertes críticas sobre el mundo de las disqueras aludiendo a que se trabajaba solo por dinero y no por amor a la música.
Bernie Leadon, uno de los fundadores de esta banda de country rock, es hoy en día un creyente cristiano. Al ser entrevistado por Steve Turner, escritor inglés que lleva años estudiando la espiritualidad en la historia del rock, Leadon afirma en referencia a Hotel California, como ser víctimas del deseo y estar atrapados, ya que tenían los coches más rápidos y las mejores tarjetas de crédito pero no había respuestas ante la vida misma.
Tal vez un reflejo actual como el cansado predicador de Eclesiastés después de haber probado todo y sentirse insatisfecho para finalizar concluyendo que la vida es vanidad.
Por @GeorgeRock
Jorge Mario es un super conocedor de la música y en especial del rock y el metal cristiano. Gracias a sus conocimientos fue el director de ZonaJ Muzic por varios años.