¿Buenas intenciones o ilusión?

Nos estamos preguntando cómo es posible determinar la ética profesional de una persona, y en el ejercicio de sus labores diarias se presentan diferentes casos para determinarla.

Y creo que esta ética se tiene que determinar con la intencionalidad, las verdaderas razones por las cuales actuamos en el área profesional, sea a favor de otros, de entidades corporativas o para nosotros mismos.

Conocemos que la evasión es el no pago de las obligaciones tributarias, y con la mayor celeridad tenemos claro que va en contravía de la ley. Pero un aspecto muy importante que nos deja mayor reflexión como profesionales, y es la ilusión.

La elusión es definida por el diccionario de la real academia de la lengua española como la acción y efecto de eludir, y en nuestro caso se trata de no pagar las obligaciones tributarias lícitamente.

A simple vista parece algo imposible pero en la realidad sucede, ésta se caracteriza porque se presenta en los siguientes escenarios:

• 1. Exención tributaria, es decir, el no pago de impuestos por estar amparado por una ley.
• 2. Aplicación de impuestos más laxos para los bienes y servicios que comercializa el empresario Aplicación de cero impuestos a bienes y servicios no descritos por la ley.

Un ejemplo de la realidad de estos casos de elusión son los patrocinadores de equipos de fútbol o de entidades sin ánimo de lucro como las fundaciones.

No es raro encontrar a la cerveza Águila patrocinando la selección colombiana de fútbol, o ver nuestras campeonas de patinaje recomendando consumir pastas en La Muñeca.

Sin contar la fundación, los pies descalzos de Shakira o de otro artista que flamantemente se dejan tomar fotos con los niños favorecidos con sus benévolas acciones.

El común denominador de los ejemplos anteriormente mencionados es la reducción en impuestos contemplados por la ley, tanto las empresas como las personas naturales se benefician y en el caso de Colombia, es más evidente en los deducibles y hasta el 30% de descuento en el impuesto de renta líquida.

Ahora debemos preguntarnos si es la elusión una forma de evadir impuestos legalmente, es decir, si los patrocinios de las empresas y las fundaciones son solo una fachada de caridad para el no pago de las obligaciones tributarias, o por el contrario, son gestos nobles y las ventajas tributarias son añadiduras a su gestión social.

No podemos juzgar a las empresas que se benefician de las exenciones tributarias o los artistas, al contrario, es de nosotros preguntarnos qué haríamos en el lugar de ellos, cuál sería nuestra intención.

Es necesaria esa reflexión, en aras de la responsabilidad social empresarial, que en uno de sus acápites formula los beneficios que le otorgo a la sociedad que me rodea, al medio ambiente y a los empleados de las empresas.

Ya en cada uno queda tener buenas intenciones o cometer elusión, cada uno tendrá que decidir.

Por @zonajnet
Somos un movimiento juvenil creado por jóvenes y para jóvenes que integra tecnología, música, arte, comunicaciones y un mensaje diferente.

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