Piramides, donde la ambición y la falta de razón se unen

Piramides, donde la ambición y la falta de razón se unen

Si usted cayó víctima de las famosas pirámides, este artículo le ayudará a superar el trauma en cierta forma

  • Catagoría:  Fe
  • Autor:  ZonaJ

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Es paradójico ver las lágrimas, el desorden y el caos de las personas que ven perder su capital extraviado tras las huidas que han presentado los representantes legales de las entidades, que prometen réditos positivos que ningún otro negocio podría dar.

A quién le puede caber en la cabeza que llegue una persona que no ha terminado la básica secundaria del colegio, a prometer que en cuestión de días o semanas puede tener una rentabilidad de más del 150%.

Pues bien, esto es lo que ha sucedido en Colombia, más de tres millones de personas han invertido en entidades que prometen multiplicarle el dinero que usted les da, hasta dos o tres veces de la inversión inicial.

El caos en las ciudades colombianas se puede explicar por tres factores que el ser humano, y en especial el colombiano, que lastimosamente a muchos les gusta el dinero fácil, tienen arraigado y que se personifica con modelos macabros como Pablo Escobar Gaviria. Estos factores son:

  • La ambición.
  • La pereza.
  • La estupidez.

En estos casos, debemos decir que nosotros, los colombianos, nos caracterizamos por ser más “crecidos” que los argentinos, aunque pueda generar discusión, y algunos estén o no de acuerdo, los “Gauchos” no nos dan al tobillo de lo agrandados que somos, nos gusta que el vecino se muera de envidia por lo que tenemos, hasta que empezamos a mirarlo con arrogancia si adquirimos un bien de un alto precio.

Por otro lado, somos perezosos, con todo el respeto que me merecen mis compatriotas, y en especial los de la zona antioqueña, quienes han tenido figuras esforzadas como Santiago Botero, Juanes y Camilo Villegas.

Somos perezosos porque nos gusta el dinero que se consigue fácil, sin esforzarnos por esto, una de las causas por las cuales el narcotráfico no se acaba en Colombia, es porque algunos han encontrado en esta maldición la forma de tener dinero sin trabajar duro.

"De qué le sirve al tonto el dinero, si no tiene entendimiento; ¡la sabiduría no se compra!"  Proverbios 17:16

Estupidez más grande que puede hacer una persona es entregar su capital, que lo ha conseguido con esfuerzo, con años de trabajo duro, a alguien que no ha terminado sus estudios básicos escolares y le promete grandes ganancias en cuestión de días.

Eso es algo imposible, y solo pregunten cuál es la rentabilidad anual de un negocio como Microsoft, McDonald’s u otra compañía, y podrán comprobar que esa rentabilidad en el mejor de los casos bordea el 10% anual.

Como un iletrado me va a decir que multiplicará mi dinero en más del 100%, cuando el más rico de los empresarios, Carlos Slim, nunca lo ha hecho.

En toda esta novela trágica en la que se han convertido las llamadas pirámides, existe un testimonio real, que me sucedió hace 13 años:

Mi papá, compró una tierra para construir una vivienda campestre en un condominio llamado “Rancho de los Caballeros 2” en una ciudad llamada Tocaima, muy cerca a la capital colombiana, pero un señor llamado Jaime Rodríguez Laguna, era la persona encargada de recibir el dinero de la compra de dicho lote, la construcción de la vivienda y su entrega.

Quien ama el dinero, el dinero no se sacia. Quien ama las riquezas nunca tiene suficiente. ¡También esto es absurdo! Eclesiastés 5:10

De una forma cruel y descarada, mi papá fue vilmente engañado en su buena fe, y este señor Jaime Rodríguez Laguna, escrituró con título de propiedad del lote donde se construiría la vivienda, pero la misma quedó construida parcialmente, y el resto del dinero se lo robó.

Mi papá no fue el único que robaron, otras personas fueron igualmente víctimas de Jaime Rodríguez Laguna, de su engaño y de un robo por estafa. Después de estos hechos, este señor se fue a robar a otras personas, pero no corrió con la misma suerte y pagó cárcel durante varios años.

Y el día de ayer, las noticias reportaban el caso de una entidad de estas llamadas pirámides, ubicada en Bogotá, Colombia, con nombre “Costa Caribe”, nombraban a sus directivos y mi papá no caía del asombro, el gerente de esta entidad respondía al nombre de Jaime Rodríguez Laguna, el mismo que había engañado a mi papá y ahora a miles de inocentes ahorradores.

Por último, recuerden: Nadie lo va a hacer rico a usted.


ZonaJPor @zonajnet
Somos un movimiento juvenil creado por jóvenes y para jóvenes que integra tecnología, música, arte, comunicaciones y un mensaje diferente.

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