Las familias hoy en día tienen preocupaciones muy horribles en su día a día. Encuentre aquí la forma de superar estas pruebas.
- Catagoría: Imagenes
- Autor: ZonaJ
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¿Tiene usted una familia? Si no es asi, estamos seguros que al menos usted ES miembro de una de ellas.
Todos queremos mantener a nuestras familias sanas y salvas, pero saber lo que realmente debe preocuparle le puede ahorrar muchos nervios y ayudarlo a mantenerse más saludable.
Los peligros que se viven día a día pueden hacer de la vida diaria un verdadero infierno en la tierra. Nuevas tecnologías traen con ellas nuevas preocupaciones. Parece que cada uno de los objetos a nuestro alrededor puede hacernos daño.
Aquí le presentamos nueve preocupaciones comunes: le contamos cuán alarmantes son en realidad y qué es lo mejor que puede hacer para protegerse a usted y a su familia.
1. Baños
En los baños no es tan común contagiarse con una infección como usted piensa. Eso se debe a que usted no toca un inodoro y luego se lleva la mano a la boca o nariz sin antes lavárselas. Muy pocos virus o bacterias pueden pasar a través de la piel sin ser tocada, con lo cual para contagiarse con algo de un objeto inanimado, tiene que dispersarlo por su boca, nariz u ojos. El mito de que las enfermedades de transmisión sexual se pueden contagiar por medio de un inodoro, simplemente no es verdad. Las enfermedades de transmisión sexual se contraen al tener sexo.
2. Gasolina
Si usted respira constantemente los vapores de la gasolina y sus aditivos es muy probable que se enferme. La buena noticia es que los surtidores modernos usan boquillas especiales que atrapan más del 90% de los vapores al cargar combustible. Aun así, es bueno que alguien lo haga en su lugar si usted es sensible a los gases, si está embarazada, o si después de cargar combustible no tiene posibilidad de lavarse las manos para poder sacar los residuos.
3. Chapa de Puertas
Los baños públicos son una gran fuente de enfermedades debido al gran número de manos sucias que tocan las puertas, lavamanos y expendedores de papel. Sus propias manos se contaminan y puede enfermarse si se toca la boca o cualquier otra membrana mucosa. La solución es lavarse las manos, luego abrir la puerta con los codos o usar un papel para abrir el picaporte.
4. Tintura de cabello
Teñirse el pelo es menos peligroso para los clientes que para los estilistas, quienes están más expuestos a los productos químicos. Aun así, el uso de tinturas permanentes y oscuras durante más de 25 años ha sido vinculado con un gran riesgo de contraer linfoma, un tipo de cáncer de sangre. Para estar a salvo, tenga en cuenta utilizar tinturas semi-permanentes o a base de henna.
5. Esmalte de uñas
Pintarse las uñas no es peligroso, pero sentarse en un salón de belleza puede serlo. Los químicos de los esmaltes son volátiles – se evaporan en el aire y usted los respira. Estar expuesto a los tres químicos más peligrosos -tolueno, formol y ftalato- ha sido vinculado al cáncer y a defectos de nacimiento. Si usted está embarazada o amamantando, quizás sería mejor que deje sus uñas al natural. O bien, busque un salón de belleza que tenga extractores de aire que eliminen -no reciclen- el aire contaminado. En estos casos, los salones generalmente lo anuncian, con lo cual es poco probable que, al entrar al lugar, usted huela los solventes en el aire.
6. Suciedad
Si algo le resulta sucio, no se deje convencer tan fácilmente. La suciedad es, quizás, el producto sanitario más subestimado a nuestro alrededor. Los estudios indican que los chicos que crecen ensuciándose -por ejemplo, aquellos que viven con mascotas, o con hermanos más grandes, o que van a la guardería en su primer año de vida- tienen menos riesgos de contraer alergias, asma, eccemas y se auto-inmunizan a enfermedades que podrían contraer más adelante en sus vidas. Por supuesto, aléjese de la suciedad contaminada que puede haber alrededor de lugares de construcción, casas viejas con pintura de plomo o basurales.
7. Hornos microondas
Los hornos microondas filtran una cantidad mínima de radiación, pero calentar o recalentar comida en ellos es seguro cuando se hace de manera apropiada. Los hornos fabricados desde 1971 cumplen con los estándares de la Administración de Medicamentos y Alimentos de EE.UU. (FDA) y son seguros, a no ser que estén dañados de alguna manera. Aun así, manténgase a por lo menos dos pulgadas de la puerta mientras cocina, y evite recalentar comida en contenedores de plástico.
8. Teléfonos celulares
Los teléfonos celulares reciben y transmiten ondas de radio muy parecidas a las de la radio FM, pero con una frecuencia superior. Algunas personas creen que esto puede incrementar el riesgo de cáncer, pero los Institutos Nacionales de Cáncer hasta el momento no han encontrado ninguna relación. Sin embargo, un estudio realizado en Suecia en 2005 indicó que aquellos que usan teléfonos móviles en zonas rurales (donde los teléfonos transmiten con mayor poder, porque las torres están más alejadas) tienen riesgos más altos que aquellos que los utilizan en zonas urbanas. Además, los estudios sugieren que el uso frecuente de estos aparatos, o llevarlos en cinturones o bolsillos puede afectar la fertilidad masculina.
9. Aviones
Es menos probable que sufra un accidente de avión que un accidente mientras conduce, toma un tren o anda en bicicleta. Pero hay riesgos de salud asociados con volar. El más grave es el “síndrome de clase turista” -estar mucho tiempo sentado en un espacio muy reducido puede causar coágulos de sangre en las piernas. Las personas obesas, las que tienen problemas de articulaciones, venas varicosas o cáncer, o aquellos que han sido operados recientemente o sufren alguna lesión o herida tienen mayores riesgos. Levántese y camine por los pasillos del avión cada 90 minutos; mueva las piernas mientras está sentado; beba mucha agua; y pregúntele a su médico si debe tomar una aspirina antes de realizar un vuelo muy largo.
Por @zonajnet
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