Logos - La Industria del Poder

Corrían los años ochenta en Argentina y en medio de una fuerte represión política y militar, aparece una banda con un sonido diferente al rock del que se tenía acostumbrado en ese país. Esta banda no era otra que V8 pioneros del heavy metal no solo en su país sino en América latina. 

Cabe decir además que de la alienación saldrían músicos que posteriormente emigrarían a conformar otras importantes agrupaciones como Ricardo Iorio quien forma Hermética, Osvaldo Civile con Horcas y Gustavo Rowek se une junto a Walter Giardino y le darían forma a Rata Blanca.

El fin de los inicios de disco de 1986, le daría un dramático giro a las líricas de la banda. Por aquel entonces Alberto Zamarbide, vocalista de la banda y el guitarrista Miguel Roldán, comenzaban a frecuentar iglesias evangélicas, algo a lo que también se une el baterista Adrián Cenci, quien recién llegaba a la banda.

Todo esto incomodaría al bajista Ricardo Lorio, quien abandona la banda la cual finalmente ya tendría sus días contados para dar inicio a una nueva etapa.

Zamarbide, Roldán y Cenci, regresarían en 1990 con el nombre de Logos, reclutando a José Amurín en el bajo y en 1993 llega su debut con el disco La Industria Del Poder, producido por Néstor “Pájaro” Randazzo.

Esta nueva propuesta resultó más que favorable, con encuestas realizadas que catalogan la producción como la mejor del año, destacando a Alberto en su labor vocal y el tema Como Relámpago en la Oscuridad como la mejor canción, por supuesto que vale decir que contaron con una mejor calidad de sonido que lamentablemente V8 no obtuvo en la década pasada.

Logos no es, sin embargo, la típica banda de rock cristiano latina si es que realmente debería ser catalogada como tal.

Sus letras exploraban de manera radical las convicciones espirituales de sus músicos, pero no dejaban de lado sus pensamientos sociales y políticos. Temas como En La Ciudad Violenta o Marginada, continuaban siendo el reflejo de un grito desesperado en medio de la discriminación y el abuso de poder de las altas esferas.

El tema homónimo por supuesto exponía un mensaje en contra de la esclavitud y el avance tecnológico que podría traducirse en una trampa que destruye la individualidad y la esencia del ser humano. Es por ello que la decisión de usar como imagen de portada una escena de la película Metrópolis de Fritz Lang correspondiente al año 1926, no podría ser más acertada.

La producción no es a pesar de todo un disco con temáticas pesimistas, ya que canciones como No Te Rindas anima al oyente a mantener la fe, Como Relámpago en la Oscuridad nos recuerda el esperado momento del regreso de Jesucristo como redentor y por supuesto no podemos dejar de lado la bellísima Ven a la Eternidad, donde el Mesías habla en primera persona mostrando su sacrificio en la cruz e invitándonos a seguirle.

Entre variaciones que van de temas rápidos a momentos lentos, incluyendo un corto pero bellísimo tema instrumental titulado Memorias del Continente Nuestro, ambientada con instrumentos de viento y sonidos de lluvia, la producción es una gran muestra del latido del movimiento del heavy metal latinoamericano.

En definitiva La Industria del Poder, es un disco que refleja muy bien el sentimiento de aquellos que luchan cada día tratando de no amoldarse a los esquemas sociales, a los que no encajan en medio de las injusticias, para quienes pelean por no perder su individualidad personal, pero también para aquellas personas que se reconocen extranjeras en este mundo y anhelan un nuevo hogar más allá del sol.   

Por @GeorgeRock
Jorge Mario es un super conocedor de la música y en especial del rock y el metal cristiano.  Gracias a sus conocimientos fue el director de ZonaJ Muzic por varios años.

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