Opinamos sobre el término música alma de moda entre los cristianos recientemente y que ha causado polémica entre algunos creyentes.
- Catagoría: Musica y Cultura
- Autor: Jorge Mario Marin
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Reconozco que no soy muy fan de Anette Moreno, la popular cantante mexicana de pop rock, sin embargo, siento cierta admiración por su autenticidad en medio de la llamada “música cristiana” latina.
En algún momento decidí detenerme a mirar su discurso en medio de sus conciertos, hablando de las críticas que ha sobrellevado por su forma de vestir y sus presentaciones. La forma en que defiende su postura en medio del fanatismo religioso es interesante.
Las críticas también se han pronunciado con base a las letras de sus canciones, las cuales para muchos melómanos de música cristiana, rayan en la melancolía y no son aptas para la salud espiritual.
En una posición muy similar se encontró hace unos años la banda AVE, liderada por Adrián Roberto, el hijo del pastor y también cantante Jesús Adrián Romero.
El lanzamiento de su segundo disco, Simulacra, significó la presentación de uno de los discos más interesantes en cuestión de composición y estructura musical que haya escuchado en la música cristiana.
Una especie de álbum conceptual y rock experimental que refleja luchas y cuestionamientos espirituales.
Era obvio que no era fácil de digerir para muchos.
Las molestas críticas y acusaciones de parte de ciertos sectores evangélicos fueron tan molestas que el mismo Jesús Adrián, decidió enviar un comunicado en redes sociales explicando un poco la filosofía de la banda y el por qué manejaban tal propuesta musical.
Esto me recuerda igualmente que en cierta ocasión un amigo me compartía sobre un problema, si es que realmente debería tenerlo, debido a que en una congregación de mi ciudad había un debate sobre lo que se quería incluir en el repertorio de la alabanza, lo que se denominaba como “música almática”.
“¿Música dramática? ¿Qué rayos es eso?” Fue lo primero que cuestioné.
Para muchos creyentes la llamada “música cristiana” debe basarse en el único propósito de componer letras basadas en la biblia o directamente relacionadas con la alabanza, por lo cual queda vetado o en tela de juicio el mencionar otros temas.
Este punto contrasta al llamado que Bono, cantante de U2, hace a los músicos cristianos en el documental "The Psalms", donde insta a los artistas de fe a una mayor honestidad en sus composiciones.
Es por ello que al buscar en las declaraciones de los mismos músicos nos lleva a descubrir posiciones que marcan pensamientos muy bellos.
En cierta ocasión tuve la oportunidad de entrevistar a David Sepúlveda, fundador de La Galaxia, una de las bandas pioneras del rock cristiano en Colombia.
Su posición frente a lo que denominamos música espiritual es algo compleja al afirmar enfáticamente que le parece incorrecto que muchos músicos puedan simplemente tomar una canción, le colocan la letra de un salmo e inmediatamente el tema pasa a ser espiritual, muchas veces no permitiendo que la inspiración para componer a Dios fluya más libremente.
Logos, banda argentina de heavy metal, nació tiempo después de la desaparición de V8, agrupación pionera del género en su país, quienes en su última etapa habían abrazado la fe cristiana.
Pero no era, sin embargo, una banda común de rock cristiano que sencillamente no cabía en la etiqueta como tal, ya que las letras espirituales eran fusionadas con un profundo compromiso social, algo que siempre estuvo presente en los músicos debido a haber sido protagonistas de los difíciles momentos políticos que vivieron desde los años setentas.
En este frente, Adrian Cenci, baterista de los primeros años de Logos tiene un punto muy claro:
“Jesús no sólo vino a este mundo a traer las buenas noticias de la salvación, sino también a corregir a los políticos, a los sacerdotes, a los escribas, etc."
"Entonces, como seguidores de Cristo, se debe ser luz dentro y fuera del cuerpo, en la congregación y fuera de ella. Y siendo músico que toca para la gente que no conoce a Jesús, de alguna manera tenemos la obligación de presentarles a Jesús. No como un evangelista, sino como un artista que expresa un arte, ese arte tendría que estar impregnado de nuestras experiencias en Cristo."
"Otra cosa es el músico que ministra en un ministerio y en donde debe llevar a la congregación a adorar a Dios directamente. Nuestra vida es una sola dentro y fuera de la congregación, pero si vivimos de la música que hacemos fuera de la Iglesia entonces es un negocio con el cual podemos subsistir. Podemos hablar de muchas cosas, pero todas ellas deben ser para ayudar y edificar las vidas de aquellos que no conocen a Jesús."
"Podemos ser poéticos y metafóricos en las letras, pero la gente debe percibir algo distinto que sale de nuestro corazón”.
William Divali bajista de la agrupación colombiana de pop rock Oveja Cósmica nos brinda una muy sencilla y válida opinión al respecto:
“Obviamente cuando se habla de emociones se habla de espiritualidad, porque somos seres espirituales desde nuestro interior, por ello siempre vamos a plasmar lo que sentimos y lo que sentimos como hijos de Dios primeramente es el amor a Dios, pero también dentro de nuestra vida cotidiana también tenemos emociones como el amor a la familia, a nuestra pareja, entonces creo que cuando hablamos de espiritualidad no solo es nuestra relación con Dios sino en nuestra vida cotidiana”.
Ramón Cañizales de la agrupación latina radicada en Houston, Zona 7, nos amplía el panorama de la siguiente manera:
“La música en sí es almática, me refiero a toda la música, cualquiera sea su categoría. Ahora anda esa moda de los predicadores que la música cristiana se ha vuelto almática, lo cual es cierto, pero no significa que es malo, lo que sucede es que los himnos que se cantaban en las iglesias contenían muchos principios bíblicos y letras con teología bíblica con la razón de que la gente aprendiera palabra cantando”.
“Pero después de tanto rollo la realidad es que solo existe música buena o mala, incluyendo la categoría gospel o cristiana; también allí existe mala música”.
Miriam Sosa, intérprete argentina, tiene una posición al respecto frente a esta compleja discusión:
“Yo creo que la verdad se ponen algo sectarios, que las personas que no conocen de Dios pueden temer acercarse a ello, la adoración no es solo cantar, si no la entrega de nuestras vidas a Cristo diariamente, no estoy de acuerdo en llamar adoradores solamente a quienes cantan o tocan un instrumento, la adoración va más allá”.
“Entonces se nos tildan de emocionalistas, Dios nos creó con emociones y estas deben estar equilibradas con Cristo. El Salmo 118: 17 dice: “No moriré, sino que viviré, y contaré las obras del Señor” y una manera de ello es cantando, esto incluye la alegría de encontrar el amor en una pareja, amistades duraderas, disfrutar de unas vacaciones, tener hijos….todo ello son maravillas de Dios para contarlas, no veo ningún problema por ejemplo en contar que Dios me dio una hija a través de una canción, poder expresar tal maravilla”.
Tres Hache intérprete colombiano de hip hop reconoce que toda la música es emocional, sin embargo es enfático en afirmar que todo debe tener un orden:
“Lo triste es que no sea racional... ¿Equilibrio? No gracias escribamos desde la emoción y digamos que es revelación del espíritu.”
Usiel Aldama es el cantante y guitarrista de la banda Ahora o Nunca (con músicos anteriormente en Stryke 3), quien reconoce el problema cuando queremos separar el arte entre “secular” o “cristiano”:
“Mi opinión es que para los "cristianoides" que etiquetan la música como cristiana o mundana, esto solo ha servido como psicología inversa: no hagas eso, esa música es del diablo. Y terminan consumiendo a Marilyn Manson. La música es como el dinero, no existe dinero mundano, ni dinero cristiano, el dinero es neutro y tu determinas que uso le darás y generalizado la música es para disfrutar ya sea metal, hip hop, jazz, mariachi, etc”.
“Pablo nos enseña a tener una mentalidad neutral cuando dice, todo nos es permitido pero no todo conviene, teniendo como enfoque honrar a Dios, edificarse y no ser piedra de tropiezo”.
¿Cómo lograr entonces un equilibrio ante un debate que no pareciera terminar nunca?
Debemos ser conscientes que para muchas personas es discutible decir que los seres humanos somos tripartitos: cuerpo, alma y espíritu, pero partiendo de eso podemos analizar varios puntos.
Uno de los problemas que vemos desarrollarse en todo esto es el hecho que constantemente hablamos del alma como inferior al espíritu o como si se tratara de la parte más débil de la composición humana por la que fuimos creados.
Sin embargo, sabemos que como creyentes el espíritu nos conecta con la presencia de Dios y de alguna manera podemos así cooperar en las demás esferas, lo cual entonces no significa que el alma o lo que llamamos el centro de las emociones sea necesariamente una parte que nos traicione en nuestro caminar.
Los sentimientos juegan un papel importante en la composición del alma, los cuales no pueden ser satanizados ya que son parte fundamental de la forma cómo nos desarrollamos en nuestras relaciones con los demás seres humanos.
Regresando al asunto concerniente a la música, entendemos que existe cierto estilo exclusivo para la alabanza y la adoración, algo de lo cual incluso la palabra de Dios nos da muchas bases, sin embargo no existe nada de malo en poder disfrutar de canciones que nos traigan recuerdos gratos, letras que transmitan lindos sentimientos hacia personas que amamos, gratitud por las bendiciones que recibimos, la forma en la que Dios nos ayuda en medio de una relación rota y por supuesto, cabe decirlo, el tener como creyentes un criterio por las injusticias de la sociedad en que vivimos y el entorno en que nos movemos.
El asunto puede incluso ser más complejo de digerir, si agregamos que mucho de esto lo podemos recibir de canciones o artistas ajenos a nuestras creencias.
Lo cierto es que es o no correcto denominar el trabajo de algunos artistas cristianos como música “almática”, esto no necesariamente radica hacia un punto negativo y ya que nuestra vida se compone de diversos momentos de alegría o tristeza, es exactamente el arte la mejor forma de expresar nuestra necesidad o gratitud ante un Dios que tiene cuidado de nosotros, nos consuela y nos brinda la vida para vivirla en sus diversas facetas.
Por @GeorgeRock
Jorge Mario es un super conocedor de la música y en especial del rock y el metal cristiano. Gracias a sus conocimientos fue el director de ZonaJ Muzic por varios años.