Estos son los mejores consejos que nos pueden dar para vivir arruinados, o para arruinarnos en menos de un abrir y cerrar los ojos
- Catagoría: Economía
- Autor: ZonaJ
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Siempre hablamos de los buenos consejos que aseguran el éxito en las finanzas personales, ahora es el turno de dar los mejores consejos que nos pueden dar para vivir arruinados, o para arruinarnos en menos de un abrir y cerrar los ojos.
El siguiente escalafón ha sido recomendado por los mejores arruinados que cualquiera pudiera conocer, por motivos de seguridad se les ha asignado un nombre ficticio:
5. Sea impaciente y no piense en el día de mañana.
Por parte de nuestro experto que llamaremos “¡Lo quiero todo ya!”:
Se recomienda seguir este consejo para los que son poco pacientes y quieren un negocio que les de una rentabilidad exorbitante, con poco sacrificio.
Perfil:
Personas jóvenes, entre 17 y 21 años de edad.
Todavía dependen económicamente de sus padres y no entienden que conseguir lo que se quiere requiere de esfuerzo y dedicación.
4. Desee lo que quiera, pero nunca aterrice los proyectos que le surjen en la mente.
Por parte de nuestro experto que llamaremos “Yo quiero tener…”:
Se recomienda seguir este consejo para todos aquellos que son soñadores y que en todo momento están soñando con grandes proyectos, pero no concretan ninguno en la realidad.
Perfil:
Personas jóvenes, entre 15 y 25 años de edad.
Son personas que creen que la plata se hace sin estudiar, y por esto no analizan los requisitos, ventajas, desventajas y retos adherentes a los proyectos que le llegan a la cabeza.
Son arrogantes, y muchas veces se caracterizan porque sus sueños son conocidos por los vecinos de los amigos que tienen.
Tienen atención dispersa, por lo cual hoy pueden estar pensando en trabajar en la fabricación de productos de madera, y mañana se dedican a hacer arte country, sin razón válida de sus cambios repentinos.
3. No le ponga término de tiempo de inicio y culminación a los proyectos que debe llevar a cabo.
Por parte de nuestro experto que llamaremos “Mañana…o después… para eso hay tiempo”.
Este experto recibe su nombre porque es reconocido con diferentes nombres en el bajo mundo de la ruina. Se recomienda este consejo para personas que se caracterizan porque dejan las obligaciones, tareas y cambios a nivel personal para después, perdiendo muchas oportunidades de hacer negocios rentables.
Perfil:
Jóvenes entre 17 y 30 años.
Se caracterizan por ser orgullosos, darle poco mérito a las personas adultas o con mayor formación profesional o madurez.
No escuchan consejos porque todos lo saben.
Nadie los puede contradecir, al punto que pueden afirmar cosas incoherentes, por ejemplo, que la tierra es plana con tal de no dar su brazo a torcer, y tener la humildad de reconocer que se han equivocado.
2. Continúe en el círculo vicioso de fracasar y lamentarse, fracasar y lamentarse
Por nuestro experto: “Otra vez volví a equivocarme”
Se recomienda para las personas que no aprenden de sus errores y que vuelven a su vida un círculo vicioso que no tiene fin.
Perfil:
Jóvenes entre 15 y 40 años.
Se caracterizan por ser personas que van por la vida sin rumbo o derrotero, no son conscientes de sus errores, y lo peor es que cada vez sus errores tienen mayores consecuencias en sus vidas y en las relaciones con los demás.
No reciben consejos, prueban hipótesis propias y no tienen en cuenta la experiencia de los demás.
Les gusta caer en sus errores, comer tierra, que producto de sus caídas se revienten la nariz y les salga sangre.
Causan impaciencia entre amigos y familiares, pero siempre se mantiene la esperanza de que cambien, aunque se cree que tiene más posibilidad de retroceder su curso por el río Nilo que ellos.
1. No diezme.
Para nuestro experto: “Es que la plata no la regalan para uno botarla en un cesto”.
Se recomienda para personas que ven en las iglesias un atraco a mano armada, o que desconocen que el diezmo es el primer paso en la prosperidad económica.
Perfil:
Jóvenes entre 17 y 99 años.
Se caracterizan por ser personas que se amarran los bolsillos para dar una ofrenda, pero están pidiendo que Dios les bendiga con un mejor trabajo, o con mayores ingresos.
Tratan a las personas que trabajan en una iglesia los domingos como ladrones, y se fijan en los beneficios de los diezmos, y no ven que pueden ser igual de beneficiados si deciden soltar parte del dinero que Dios les ha dado el privilegio de recibir.
Pertenecen a las iglesias, pero jamás han dado un diezmo, porque les da miedo quedarse sin efectivo.
Por @zonajnet
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